Varias sonrisas va dibujando el estreno de Y dónde está el policía, la película de humor absurdo, gags y parodias que llega hoy a San Juan, en estreno nacional, precedida de una parva de comentarios, chismes y otras yerbas que no han hecho otra cosa que inflar la expectativa del público, mientras la crítica debate a uno y otro lado de su propia grieta. Una de las curiosidades tiene que ver justamente con el protagonista, a quien pocos veían en un género como éste: Liam Neeson, más conocido por otro tipo de roles (recuérdese desde La lista de Schindler a Búsqueda implacable), es quien encarna al hilarante Frank Drebin Jr (es decir, al hijo del hilarante teniente que inmortalizó Leslie Nielsen), lo que quizás sea todo un acierto si se tiene en cuenta que lo que se quiere parodiar tiene bastante que ver con eso. Y de hecho, no pocos destacan la gran conexión que ha logrado LN2 con la esencia de su hilarante “padre’, LN1 (¿lo de las iniciales habrá sido casualidad?).
Otra frutillita la deja su co-equiper, la ya madura Pamela Anderson, ex voluptuosa chica Baywatch que, ahora en otra sintonía, se pone en la piel de lo que bien podría contener una caricatura de esa diosa irresistible que supo representar en aquellos veranos de mar y diminuta malla roja. Y como quien no quiere la cosa, los veteranos actores se han convertido en la pareja del momento, pero no solo por lo laboral (ahí fue el spoiler de otro dato nada menor): dicen por La Meca y sus alrededores que Cupido lanzó tremendo flechazo y ambos estarían viviendo un romance de aquellos.
En síntesis, de esto también va la nueva comedia de acción de la famosa franquicia La pistola desnuda (The naked gun), que arrancó en los “80 y cuyo éxito deparó otras entregas memorables, sobre todo La pistola desnuda 2 1/2 y La pistola desnuda 33 1/3, a comienzos de los “90. Más de tres décadas después, retomando esa clásica fórmula que merecidamente se instaló en el firmamento de los clásicos del género, aparece Y dónde está el policía. Dirigida por Akiva Schaffer, a él le cabe principalmente la misión de refrescar una querida joyita vintage y llevarla a buen puerto en los 85 minutos que Drebin hijo tiene para resolver un complicado caso, como sólo él puede hacerlo, en 2025.