Tenía 7 años cuando su primo, de 16, le proponía participar de un juego en el que debía cerrar los ojos y abrir la boca; a cambio, le prestaba la computadora para los videojuegos. El chico recordó que esas situaciones de sexo oral se repitieron unas cinco veces hasta, que su primo pasó a violarlo, hasta los 11 años. Según Fiscalía, el mismo sujeto también accedió carnalmente a su propia hermana (de 26 años), entre los 7 y los 21 años, aprovechándose de sus graves problemas mentales, pues la chica sufre de esquizofrenia, trastorno bipolar y ataques de epilepsia. Pero no fue el único que abusó de ella: la pareja de abuela, un pensionado de 70 años, la violó una vez en que ella se acercó a decirle que le dolía la panza y él la sometió, en noviembre de 2024, y repitió el ataque el 3 de enero pasado. A ese hombre ella le decía ‘Tata’ y cuando fue atacada se lo contó a su abuela, pero ella no le creyó o fingió no creerle.
El caso había sido denunciado por un asesor de la Niñez, porque la chica, en su enésima internación en un hospital de Albardón por los problemas de salud mental que padece (actualmente está internada en el hospital Julieta Lanteri), mencionó que su propio hermano la había violado y en dos ocasiones también ese hombre al que llamaba ‘Tata’ (la pareja de abuela).
Hoy, el fiscal Mariano Juárez Prieto (UFI ANIVI) expondrá sus argumentos y las pruebas que recabó durante la investigación para pedir una condena de 10 años para el menor de los imputados y 8 años para ese hombre que, según sus defensores, Claudio Vera y Alejandra Iragorre, sufre de hipertensión, diabetes, trombosis, artrosis, problemas cardíacos y en sus rodillas (por eso tiene prisión preventiva domiciliaria).
Es que para Fiscalía está probado que ambos sometieron a la joven con discapacidad. Y que el menor de los acusados (es defendido por César Jofré) sometió además a su propio primo, cuando era menor.
El magistrado escuchará también la teoría del caso de los abogados defensores, que buscarán desligar o atenuar la responsabilidad penal de clientes. En la audiencia de control de acusación, se depurará la prueba que ofrezcan las partes y que servirá para sostener sus respectivos argumentos sobre cómo debe concluir la causa.

