El sacerdote Marcelo Ferrero admitió en un juicio abreviado, que en el mes de enero pasado cometió el delito de abuso sexual simple (agravado por su condición de ministro de un culto religioso) contra una menor, durante el cierre anual de un grupo de scout realizado en la localidad de Ramona, ubicada a unos 50 km de la ciudad de Rafaela, en Santa Fe. El caso causó conmoción cuando se conoció públicamente.

Además de la pena impuesta, el tribunal del caso le ordenó cumplir otras reglas de conducta, como no regresar a la localidad de Ramona, realizar talleres de masculinidad como parte de reparación del daño y la readaptación de su conducta, informaron los medios santafesinos. Si el fallo no es recurrido, quedará firme.

El religioso enfrenta además un proceso de investigación interna en la iglesia católica.