El presidente Trump anunciará próximamente un acuerdo inédito de apoyo financiero a la Argentina. El operativo, sin precedentes, marca un punto de inflexión en la alianza estratégica con Washington.
El anuncio que se realizará el martes 14 de octubre en la Casa Blanca promete ser un hecho sin antecedentes en la historia reciente de la relación bilateral entre Argentina y Estados Unidos. El presidente Donald Trump, acompañado por Javier Milei, formalizará un salvataje financiero que ya ha generado un fuerte impacto en los mercados y en la política económica local.
El jueves último se produjo una operatoria inédita cuando el Tesoro de los Estados Unidos vendió dólares en el mercado argentino, comprando pesos en base a un swap por 20.000 millones de dólares acordado con el Banco Central. La magnitud y el mecanismo de la operación reflejan la decisión del gobierno norteamericano de intervenir directamente para estabilizar la economía argentina.
El secretario del Tesoro, Scott Bassent, explicó que el acuerdo se canaliza a través del Fondo de Estabilización Cambiaria y no implica un aumento de la deuda pública. Los fondos, obtenidos de los Derechos Especiales de Giro (DEG), serán girados al Banco Central, que los transferirá al Ministerio de Economía para comprar bonos y reducir el riesgo país. La operación será gestionada por Citi Bank y JP Morgan, lo que aporta solidez técnica y respaldo financiero.
Más allá de lo técnico, el acuerdo expresa una coincidencia política y estratégica. La administración Trump ha reiterado su voluntad de respaldar a los aliados y de promover vínculos económicos más estrechos con aquellos gobiernos que comparten su visión liberal. En ese sentido, el liderazgo de Javier Milei y su programa de reformas -basado en la libertad económica, la reducción del gasto público y la cooperación con aliados- ha despertado un interés renovado de los líderes empresariales estadounidenses.
El gesto del Tesoro estadounidense llega, además, en un momento crítico: el Gobierno argentino enfrentaba el agotamiento de sus recursos para sostener el tipo de cambio dentro de la banda de flotación sin afectar las reservas del Banco Central. La intervención de Washington permitió evitar una nueva crisis cambiaria y abrió una puerta de esperanza.
Este salvataje no solo estabiliza coyunturalmente la economía. Simboliza el inicio de una etapa distinta. Si Milei logra consolidar el consenso interno y mantener la disciplina fiscal, este apoyo podría convertirse en la piedra angular de una recuperación duradera y de una alianza estratégica de largo plazo con Estados Unidos.
