Jennifer Lawrence, que ha hecho historia al ser la más joven en ser galardonada con el Premio Donostia del Festival de San Sebastián, es también una de las más influyentes. Asimismo es considerada una de las estrellas que dejará huella por su fuerte compromiso con la paz mundial, razón fundamental por la que obtuvo esta distinción honorífica del certamen vasco cuya misión es homenajear las carreras de los artistas más destacados, gracias a su compromiso con el cine de autor y el cine comercial
La intérprete saltó al estrellato con la saga Los juegos del hambre y, en esta oportunidad, se consagró al ser reconocida a sus 35 años con un galardón que la gran Bette Davis alcanzó recién con 81 años. De este modo, tras ganar un Oscar por el film El lado bueno de las cosas en 2012, también ganó el BAFTA por Mejor Actriz de Reparto por su desempeño en la película La gran estafa americana en 2013; y 3 Globos de Oro a Mejor Actriz de Comedia por “El lado bueno…’, Actriz de Reparto por “La gran estafa… ‘ y Actriz de Comedia o Musical por Joy en 2015.
En la 73 edición del encuentro español que tuvo menos contenido hollywoodense que en anteriores épocas, Jennifer logró lo que siempre quiso, ya que no quería ser una actriz prefabricada. Y eso queda plasmado en Die, My Love, película protagonizada y producida por ella en la que se anima a recrear a una mujer autodestructiva, que exhibió fuera de concurso en esta fiesta de la cinematografía. Una estrella que siempre va por más.



Activa militante por diversas causas sociales, para ella lo que sucede en Gaza es “mortificante’ y dijo: “El genocidio es inaceptable. Hemos normalizado que la política no tenga integridad, que mientan y no haya empatía’, expresó la artista de Kentucky.

