Ya instalados en Riad, capital de Arabia Saudita, Olesandr Usyk y Tyson Fury se vieron las caras ayer en otra conferencia de prensa, anunciando su combate del sábado próximo. La segunda versión del choque entre estos dos colosos concita la atención no solo porque volverán a estar encerrados entre 16 cuerdas los dos pesos pesados más importantes del último lustro. Estarán en juego los tres cinturones que ostenta el invicto ucraniano, los de la AMB, el CMB y la OMB; recordando que la FIB le quitó el suyo porque pretendía que lo defendiera ante quien era su retador obligado, el también británico -como Fury- Daniel Dubois.
La pelea de los 200 millones, 114 para Usik y 76 para Fury será la central de una velada con varios combates de primer nivel mundial. Será transmitida por el sistema de streaming DAZN, por lo que no se podrá ver si no se está abonado a la aplicación británica, que iniciará su emisión por circuito cerrado (pague para ver) a las 17.00 hora Argentina, estimándose que la pelea estelar tendrá lugar a las 20.00.
Fury (34-1-1) ganó el título de peso pesado CMB en 2020 contra Deontay Wilder y lo derrotó nuevamente al año siguiente. El Rey Gitano defendió con éxito el título en tres ocasiones antes de perderlo ante Usyk. Sufrió una caída en el noveno asalto y terminó perdiendo por decisión dividida. Tyson es conocido por sus milagrosos regresos y actuaciones memorables, ya sea contra Wladimir Klitschko o Wilder. A pesar de la derrota ante Usyk, quedó satisfecho con su desempeño y cree que un esfuerzo adicional podría marcar la diferencia. Ha trabajado su físico y subirá al ring con mayor masa muscular y 15 kilógramos más que en la primer pelea.

