La colonia artística destinada a chicos de 6 a 17 años que realiza el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, todos los días arranca a todo motor desde las 10 hs. celebrando su 16° edición. Bajo el nombre Vacacionarte, esta propuesta recibe este año a más de 400 chicos tras agotar cupos ‘en sólo 7 minutos’, como dijo su director Emanuel Díaz Ruiz junto al equipo del área Educación. DIARIO DE CUYO participó de una de las jornadas que se desarrollan de lunes a viernes y transitó las estaciones en la que recalan los jovencitos a diario, todos con las pulseras amarillas y su merienda.
Como todos los días, los profesores se colocaron en la recepción con carteles de tonos llamativos especificando las edades con las que trabajarían esa mañana.
Durante esa mañana, los peques de 6 años se instalaron en una de las salas de exposición. Con curiosidad, observando trazos y tonalidades, se sumergieron en la magia del dibujo y recibieron la tarea de hacer un animal fantástico propio con ayuda de los responsables del taller de Pintura Mural. Con los ojitos grandes por la tarea encomendada, ellos pensaron en sus mascotas pero el objetivo es más amplio ya que había que combinar un animal con un insecto o con otro animal y ‘hacer un boceto’ con lápiz negro sobre papel, según el profe Axel. Claro que eso fue sólo el principio porque con correr de las semanas esas obras irán tomando forma al ser pintadas y trasladadas a un panel que se expondrá a todas las familias. ‘Yo hice un unicornio mezclado con una mariposa’, dijo una de las nenas fascinada por la experiencia.

Uno de los sectores más coloridos es el de Cortar y pegar, coordinado por Débora y Facundo. Ahí, llegó uno de los subgrupos de 7 y 8 años que se sorprendió al encontrar una mesa repleta de todo tipo de papel, revistas y telas en desuso, marcadores, plasticola y tijeras. Así es que Maite, que va desde hace años, hizo una figura con un poco de todo; en tanto que Francisco se inclinó por hacer hojitas para armar un árbol ‘gigante’. En tanto que en el espacio Cine Mágico, el otro segmento de niños de 7 y 8 años elaboró un objeto óptico con una mariposa de un lado y una flor del otro, que al girarlo sobre el eje de una varilla producía un efecto de movimiento, lo que mostraron entusiasmados a sus padres a la hora de la salida.

En cambio, los de 9 a 10 años hicieron uso de sus nombres para armar un graffiti y pusieron sus cuerpos a bailar en Ritmos Urbanos y Graffiti junto a Yako y Tania, lo que más tarde terminará en la intervención de un telón de fondo para la muestra final.
En el subsuelo, el Taller de Experimentación de Comparte Labb -acoplado hace 3 años a las actividades del museo-, recibió a los adolescentes de 11 a 13 años con slime pero ‘sin plasticola ni jabón’, como dijo el profesor Nicolás. Y una de las infaltables, que esta vez estuvo experimentando acerca de las texturas que resultaban del experimento, fue Lourdes que señaló: ‘Siempre espero venir porque aprendo algo nuevo’, mencionó mientras estiraba la masa. Y separados por un panel, los chiquitos de 6 escucharon un cuento relacionado al circo y sus emociones en Maquillaje literario donde aprenderán a pintar sus manitos y brazos artísticamente con un pincel, movida que incluirá los rostros para los más grandes cuando lleguen a este punto.

Ya en la biblioteca, otro de los núcleos de 11 a 13 años concentró su atención en el origami y el kirigami en Papiromanía. Y los más grandes, nivel que va de los 14 a los 17 años, tomaron una clase de relajación en Yoga, en tanto que sus pares disfrutaron del Mundo Musical aprendiendo percusión corporal y canto con Fabián y Solange. Todo un universo de acciones cuya temática está puesta en el arte circense para que los más bajitos y los jóvenes exploren su creatividad sin límites hasta el viernes 21 próximo para exhibir los resultados de estas vivencias al público el jueves 27.