Es el tercero de los sanjuaninos que llegó a pasar la primera instancia competitiva (y una de las más difíciles) en La Voz Argentina.
Mateo Pintor superó la prueba ‘a ciegas’ y eligió al equipo de Luck Ra, después de una performance intensa que cautivó al jurado del certamen. El joven que vive en Pocito, logró que todos dieran vuelta sus sillones al interpretar ‘Febrero en San Luis’, de Néstor Basurto y, de yapa, el bolero ‘Si nos dejan’, de José Alfredo Jiménez. Los mensajes de felicitaciones coparon sus redes sociales tras esta primera actuación en el reality musical, que logró la aprobación de todo el jurado y que incluso provocó que Miranda bloqueara a Soledad… Aunque él finalmente se decidió por Luck Ra. DIARIO DE CUYO contactó al solista, quien detalló cómo fue su recorrido por los senderos de la música, su experiencia en el reality show y las expectativas que tiene.
– ¿Seguís siendo el mismo Mateo?
– Bueno, fue un proceso de mucho trabajo donde tuve que estudiar mucho, cantar mucho, cada día mejorar un poquito más y sobre todo aprender en desarrollar e interpretar de la mejor manera una canción. Es verdad que lo que se vive en el estudio, en el set de televisión, es muy poco tiempo, todo pasa muy rápido; pero trabajé y estudié cada frase del tema, cada detalle, para poder mostrarlo al aire con el amor y el sentimiento que merece. Repito, fue trabajo, sudor y estudio para que pudiera salir increíble. Pero sigo siendo el mismo, sí. Obviamente tengo todavía que atravesar muchos aprendizajes más. Aun no sé si todavía puedo decir que he mejorado, pero sí estoy aprendiendo.
– ¿Cómo te sentiste en el cara a cara con el jurado?
– Es compleja la situación sobre qué pensar, qué decir y qué decidir hacer,y además esperar qué devolución pueden dar. Creo que mi mejor manera de hacerlo fue en no pensar en ningún resultado. Simplemente, poner en la mesa y demostrar lo trabajado en todo este tiempo y poner todo lo mejor de mí. Pensar también en disfrutar del momento presente.
– ¿Por qué optaste por Luck Ra para ser parte de su equipo?
– Bueno, primero tenía pensado en quedarme con La Sole, pero como la bloquearon, fue una opción descartada y de la misma manera que hice con la canción, traté de elegir con lo que me decía el corazón.
“Trabajé y estudié cada frase del tema, cada detalle, para poder mostrarlo al aire con el amor y el sentimiento que merece”
– Transmitir seguridad y naturalidad, como si estuvieras en el patio de una típica casa cuyana ¿Era un objetivo que te propusiste alcanzar?
– Me alegra que se haya visto de esa manera, es fruto de todo el trabajo y el esfuerzo que le puse. También le puse a la interpretación la cantidad de años que vengo escuchando y nutriéndome de folklore en mi vida. En mi casa suenan Los Cantores del Alba y miles de tonaderos cuyanos. Mi primer referente fue mi abuelo, Francisco Pintor, quien me inculcó desde los 8 años el mundo de la música y aprender a tocar la guitarra. Luego tuve mi profesor Mario y mi tío Manolo Ruiz, quien me compró mi primera guitarra y mi primer bombo.
– ¿En tu familia hay tradición folklórica?
– En realidad no tanto, pero mi otro abuelo sí era cantante, se reunía con muchos tonaderos, aunque no llegué a conocerlo.
– Pero ahí están los genes…
– Obvio, obvio, sí. Fijate que me crié en la Parrilla Manolo. De ahí viene todo. Desde que tengo uso de razón, en vez de salir a jugar a la pelota, me quedaba viendo a todos los artistas que pasaban por la parrilla, desde Los del Suquía, Los Matanceros y tantos otros, que cuando me subía al escenario no quería bajarme.
– En tus redes escribiste que ‘la vida es una gran orquesta, que cada uno es un instrumento único…’
– Lo que intento decir es que muchas veces a uno lo domina el ego y nos empuja a demostrar que uno está por encima de otro… La cuestión pasa por decidir con quién queremos estar ¿Queremos estar con ese ser que tenemos dentro? ¿Es humilde? ¿Es sincero? ¿Sabe todo lo que hay que hacer? Es un tema bastante recurrente, sobre todo en muchos músicos, como afrontar eso, como convivir con ello. De creer, ilusionarse o engañarse uno mismo. Si a este ego lo seguís alimentando más y más, querrá ser más que otros. Se hará gigante y eso ya no es un buen camino, resta más de lo que suma. Por eso confío en que el camino es el de la humildad, el de la sinceridad, la transparencia da fortaleza. Obviamente, siempre aparecen miedos e inseguridades.
– ¿Qué reacciones captaste de la gente después de la emisión?
– Hay mucho amor que me viene dando la gente y me llena el pecho de ánimo, de orgullo y agradecimiento, porque les gusta lo que hago. Me encanta sobre todo que el mensaje que traté de dar se haya recibido bien. Estoy emocionado por la cantidad de mensajes, posteos compartidos, me gusta.
– Si te piden hacer rock o hip hop, por ejemplo ¿Sería un gran desafío para vos?
– La verdad que me gusta todo en general, pero rock pesado o cantar en inglés nunca probé… Eso sí sería un gran reto. Creo que podría interpretar cualquier género, eso sí, depende todo de la letra, o sea, el contenido de la canción. Si es un contenido que a mí no me guste… no la hago. Quiero decir, si hay un mensaje de amor, de luz y de sinceridad, ahí le doy con todo.
– Más allá del resultado que pueda tener el programa ¿Qué oportunidades ves en este tránsito por La Voz?
– Vengo soñando con esto desde hace mucho. He tenido la chance de participar en muchos concursos federales, pero participar en La Voz es lo máximo. Ahora con 20 años recién cumplidos estoy en el mejor momento, es mi primera participación y está saliendo todo hermoso. Solo busco ser transparente, que la gente no vea en mí algo creado o fabricado. Sin dudas, espero que se abran muchas puertas para el futuro.