Que iba por una de las calles de su barrio, La Esperanza, en Albardón, cuando uno de sus vecinos le salió al cruce con un arma de fuego y le robó unos $40.000. Que el hecho ocurrió el pasado 8 de setiembre sobre las 19. Que ese sujeto, Héctor Luis Segovia (25), se fue luego a su casa. Que vestía una campera del club Boca Juniors y un pantalón negro. Dos días después, Segovia fue detenido y ayer, ante el juez, contó una versión diametralmente opuesta a la de su denunciante, Jonathan Otarola: ‘Yo no le robé ni le hice nada, quizá le dijo eso a su mujer, porque a ella le pidió plata para que compremos droga, merca. Está todo en las cámaras (del Cisem), ese día estuvimos juntos. Un hermano de él con el que estuve preso me dijo: ‘nada que ver la que se mandó mi hermano, pregúntenle’, requirió el sospechoso.

Previo a escuchar su versión, el fiscal, Miguel Gay y sus colaboradores, José Luis Salinas Molina y Franco Juárez (UFI de Delitos Contra la Propiedad) le habían pedido al juez de Garantías, Federico Rodríguez, que autorizara un plazo de 3 meses para investigar. Y que dejara por igual plazo preso, con preventiva, al sospechoso, teniendo en cuenta sus múltiples condenas, incluida la última de 2 años y 7 meses, en la que había conseguido la libertad condicional en diciembre pasado.

A pesar de no haber encontrado el arma que mencionó el denunciante, en los allanamientos pedidos por Fiscalía encontraron la campera y el buzo que supuestamente vestía Segovia el día del hecho, precisaron ayer.

La defensora oficial, Sandra Leveque, consideró insuficientes las evidencias de Fiscalía, sostuvo la versión de su defendido de que no cometió delito alguno y pidió que recuperara su libertad, obligándolo a cumplir reglas de conducta, como someterse al proceso y no molestar o acercársele al denunciante. O, en todo caso, un mes de prisión preventiva.

Finalmente el juez le imputó a Segovia el delito de robo agravado por el uso de un arma de fuego y lo dejó preso preventivamente por un mes, para que no entorpezca la investigación o no se fugue.

Todo indica que la defensa solicitará ahora las grabaciones de las cámaras de seguridad públicas o privadas, en las que de alguna manera conste lo que dice su defendido, es decir que el día y a la hora del hecho, tanto denunciante como denunciado salieron juntos a comprar drogas para luego tomar caminos distintos, cada uno para su casa.