En otro año que se presenta muy complicado respecto de la disponibilidad de agua para el riego de los cultivos debido a las escasas precipitaciones níveas en la alta cordillera, los trabajos para acondicionar la red de riego de nuestra provincia adquieren especial relevancia ya que son de fundamental importancia para no desaprovechar los escasos caudales que se prevén para la próxima temporada.

Más allá de algunos trabajos de refacción que se han encarado en los principales canales de la red de riego y de los anuncios de subsidios y créditos implementados por el Gobierno de la provincia por unos $2.500 millones para la instalación de nuevos sistemas de riego no tradicionales, o los que acaba de anunciar el CFI (Consejo Federal de Inversiones), la tarea que en estos momentos centra la atención es la monda que comenzó el pasado 16 del corriente y que debería finalizar el próximo 16 de agosto. Pero en esta ocasión los plazos están en discusión por los problemas que se han presentado con la falta de disponibilidad de personal para llevar a cabo los trabajos de limpieza, reparación y puesta a punto del sistema. A pesar de contarse con un presupuesto de más de $21 millones pesos, las dificultades que se han presentado podrían determinar la necesidad de extender el plazo de la monda, ya que el objetivo último es contar con la red de riego en óptimas condiciones para aprovechar la poca agua que se prevé para la próxima temporada y el plan de distribución que acaba de acordar Hidráulica con los regantes, con cortes programados y coeficientes ajustados a las disponibilidades hídricas.

La importancia de contar con una red de riego en óptimas condiciones para los próximos meses consiste en que hay que asegurar que la poca agua que se distribuirá por la red de canales circule de la mejor forma. Es decir que no encuentre obstáculos para fluir y de esa forma llegar a todos los regantes, especialmente a los que están en el fondo del diagrama de distribución. Ellos son los que habitualmente tienen problemas para regar sus cultivos, ya que además de llegarles poca agua, en ocasiones no reciben nada corriendo el riesgo de perder sus plantaciones. 

Otro aspecto a tener en cuenta es que si los canales no están limpios y en buen estado, es decir sin grietas o fisuras, el agua tiende a desbordarse provocando anegamientos y perdiendo la velocidad de circulación que es la que permite que llegue a todos los regantes. 

El problema de la falta de personal para la monda, similar al que se presenta en épocas de cosecha, responde a un problema estructural vinculado a la oferta laboral temporaria que habrá que solucionar mediante algún sistema que garantice el personal mínimo y necesario para realizar este tipo de tareas.