Un acuerdo bilateral de libre comercio entre Argentina y Chile entrará en vigencia próximamente, una vez que ambos gobiernos instrumenten el andamiaje legal que haga posible la puesta en marcha de un tratado que será sumamente positivo para ambos países en términos de comercio y economía regional. Se espera que con este instrumento mejore sustancialmente el ingreso y egreso de productos de ambos países, se potencien las exportaciones y se abran las puertas en forma más directa para que la Argentina ingrese con más facilidad al mercado asiático. Este tratado también se enmarca en el acercamiento de los bloques de la Alianza del Pacífico y del Mercosur, un hecho fundamental para entender su trascendencia y para comprender el propósito de los presidentes Macri y Piñeira de generar una "gran zona de libre comercio en América Latina", como lo han expresado en varias ocasiones.


No hay que dejar de considerar que el inicio de la labor tendiente a implementar este acuerdo bilateral casi coincide con la anunciada reunión que mantendrán mañana el presidente Macri con su par, el recientemente investido como presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ámbito en el que adquiere especial trascendencia este tipo de acercamiento entre países vecinos, lo que lo hace un tema obligado de esta cumbre.


Este Tratado de Libre Comercio que tiene como objetivo profundizar y extender el marco jurídico bilateral del espacio económico, ya regulado por el Acuerdo Comercial Económico ACE Nro. 35, prevé una mayor facilidad y la agilización del intercambio de productos, la desburocratización de las aduanas en las fronteras y el aumento del flujo comercial que en la actualidad es de unos U$S 3.900 millones anuales.


Entre otros aspectos, un poco más alejados de los que tradicionalmente impulsan estos acuerdos, está el de la cooperación recíproca en materia de ciberseguridad y ciberdefensa y la alternativa de liberar definitivamente el sistema de roaming en materia de telecomunicaciones. También se avanza en un aspecto muy importante para las pymes de ambos países, a través de nuevas disposiciones referidas a servicios, compras públicas y comercio electrónico, así como en materia de medio ambiente, trabajo y género.


En lo que concierne al futuro de nuestra provincia, el acuerdo incidirá favorablemente ya que determina la necesidad de darle mayor celeridad al proyecto del corredor bioceánico entre Brasil, Argentina y Chile, que comprende la Ruta 150 y el túnel de Agua Negra.