La necesidad que tiene San Juan de recuperar la flora autóctona en amplias zonas de campo que durante años fueron devastadas por la acción del hombre como por los fenómenos naturales, lleva a considerar una técnica que está siendo utilizada en distintos puntos del país, en sitios donde, precisamente, este recurso ha sufrido daños de consideración. Un ejemplo es el de las sierras de Córdoba donde los últimos incendios afectaron seriamente la flora y la fauna del lugar. En esta provincia, al igual que en San Luis, se ha comenzado a utilizar un sistema de reforestación denominado "nendo dango", o "bombas de semillas", desarrollado por el biólogo japonés Masanobu Fukuoka, que consiste básicamente en combinar arcilla, compost, aguas y múltiples semillas para la creación de una cápsula o "bomba" que luego es arrojada en sitios en los que se busca regenerar espacios con especies vegetales. 


En San Juan, a diferencia de lo que ocurre en Córdoba y San Luis, donde hay otros regímenes de lluvias y los ejemplares para reforestar difieren en sus características, es necesario que los organismos que deberían dedicarse a este tema como el INTA o demás institutos de investigación agrícola, se aboquen a este objetivo determinando de qué manera se puede aplicar esta técnica para esparcir semillas en amplias zonas de campo donde el desierto avanza inexorablemente.


Si bien en nuestra provincia hay un grupo privado que ha comenzado a trabajar sin apoyo oficial pero con el reconocimiento de expertos en reforestación de todo el mundo, estas acciones deben intensificarse, especialmente cuando se está hablando del cambio climático. El objetivo es tratar de recuperar la flora autóctona representada por especies como el algarrobo, el chañar, la jarilla, la chilca, el alpataco y el retamo, en zonas del piedemonte de las serranías más bajas, como las de Pie de Palo o las de la precordillera, sin dejar de lado las laderas cordilleranas muchas de ellas desprovistas de la vegetación de la que se nutre la fauna autóctona. También están las llanuras que existen entre los valles precordilleranos y cordilleranos y la zona de humedales como las lagunas de Guanacache o el Parque Sarmiento en Zonda o a orillas de los diques y ríos con sus especies en particular.


La importancia de recuperar la vegetación originaria en valles y cerros mediante las "bombas de semillas" es que se generan mejores condiciones para esos suelos que históricamente han sido devastados sin considerarse el daño que se provocaba ni la posibilidad de recuperar esa flora condenada a desaparecer, algo que sucede con las veranadas de los arrieros chilenos, una práctica que debería prohibirse terminantemente, ya que es más el daño que el beneficio que ocasionan.