Al transcurrir casi tres años de la misteriosa desaparición del avión malayo con 239 personas a bordo, los países a cargo del operativo de búsqueda dieron por terminado el rastrillaje en un área de 120.000 km2, la mayor en la historia de la aviación y el tiempo empleado. 

Lo único cierto es que fue una desaparición deliberada. El moderno Boeing despegó de Kuala Lumpur rumbo a Pekín el 8 de marzo de 2014, hizo un giro a los 40 minutos de vuelo y alguien apagó todos los sistemas de comunicación del aparato para impedir su ubicación. 

Los familiares de las víctimas piden a Malasia, China y Australia, a cargo del operativo, la búsqueda por tierra y desconfían del supuesto hallazgo de piezas pequeñas en costas africanas. De ahora en más los países involucrados recompensarán a cualquier entidad privada autorizada a realizar la búsqueda por su cuenta. Pero sólo pagarán a quien encuentre el fuselaje del MH370 de Malaysia Airlines.  

El caso repercute como el del Douglas TC 48 de la Fuerza Aérea Argentina, desaparecido el 3 de noviembre de 1965 en el Caribe con la 31º promoción de la Escuela de Aviación Militar, entre otros el alférez sanjuanino Ricardo Augusto Guzzo. Nunca más se supo.