El gravitante costo de la energía eléctrica en el sector agrícola y agroindustrial de San Juan, tras la suspensión de los subsidios nacionales y el aumento de los valores de generación y transporte del fluido, constituye un duro golpe a la economía provincial. 


Este sinceramiento tarifario debería tener un equilibrio fiscal eliminando impuestos distorsivos, varios aplicados con carácter de temporarios para atenuar crisis cíclicas, pero siguen inamovibles encareciendo el consumo hasta hacerlo insostenible. El reclamo efectuado por la Asociación de Viñateros Independientes al Ministerio de Producción, señala que los gravámenes aplicados a la factura eléctrica encarecen en un 70% el monto final que paga el productor. 


El pedido de la entidad rural al Gobierno provincial expresa en realidad una inquietud de todos los usuarios sanjuaninos, ya observada en esta columna, por los excesos de tributos extemporáneos como los del Lote Hogar, el Fondo Solidario Hospitalario y los aportes a la Línea de interconexión de 500 KW, agregados de manera intempestiva. 


Todo esto fue soportado, junto con las onerosas contribuciones provinciales y municipales de hasta un 14%, -más por alumbrado público también para los municipios-, junto al Fondo PIEDE y Foninvemen, IVA, e Ingresos Brutos, mientras la Nación sostenía el consumo con generosos subsidios. Ahora, ya sin asistencialismo y con tarifas reales que llegan hasta el 600% de aumento, se tornan por demás gravosas en las economías regionales. 


Las autoridades de San Juan deben intervenir en forma directa para depurar la boleta de luz y dar de baja a las exacciones impositivas con intervención de la Legislatura Provincial, a fin de derogar los tributos ordenados por la ley del Lote Hogar y del Fondo Solidario Hospitalario, en tanto las comunas deberían atenuar la voracidad tributaria, caso del alumbrado público ahora mucho más acotado con la economía y durabilidad de la tecnología LED. Y, fundamentalmente, hacer valer la importancia de haber dejado de ser una provincia absolutamente dependiente del sistema interconectado, generando actualmente más del 70% de la energía que consumimos.