Si bien el tema de la licencia por paternidad se venía hablando desde hace tiempo, a muchos sorprendió que el gobierno de la CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) anunciara la implementación, de un día para otro, del nuevo régimen de licencia para los hombres que trabajan en la administración central al momento de convertirse en padres. Llama poderosamente la atención que de 10 a 12 días, como máximo, que se estaban otorgando se haya pasado a un total de 45 días, o 75 días en caso de que la cónyuge resuelva cederle parte de sus días de licencia, lo que está contemplado en la nueva norma.


El objetivo de la medida, según las autoridades del Gobierno porteño, es que las parejas puedan compartir mejor la crianza de los hijos, disponiendo de un mayor tiempo de permanencia en el hogar y colaborando con las tareas propias que implican el cuidado y la crianza de un recién nacido, al mejor estilo de lo que rige en los países nórdicos y de otros Estados desarrollados del mundo.


Sin desconocer la importancia que tiene la participación de ambos padres durante los primeros meses de vida, esta cantidad de licencia por paternidad es excesiva si consideramos que habrá casos de agentes de la administración pública que se ausentarán por el término de un mes y medio, en el caso de los 45 días; o por dos meses y medio, en el caso de los 75 días. Pero ahí no acaba todo, así como la mujer dispone de 120 a 165 días por maternidad y tiene la posibilidad de solicitar 120 días más sin goce de haberes; el hombre también puede acceder a esos 120 días sin goce de sueldo. En cada caso, la administración de CABA tendrá que implementar un sistema de reemplazos que no siempre es sencillo, ya que depende de la especialidad o capacitación del agente licenciado.


La posibilidad de que esta disposición trascienda los límites de la CABA pone en una situación complicada a más de una empresa o, inclusive, a administraciones estatales provinciales y municipales con poco personal en determinadas áreas.


Según las estimaciones que se han efectuado en torno a estas licencias en la CABA, los costos del mantenimiento del sistema no serían tan elevados, ya que llegarían a unos 10 millones de pesos anuales. De todas forma, si el dinero no es problema, hay que considerar que hay reparticiones o empresas privadas que necesitan de su personal para poder cumplir con sus obligaciones en tiempo y forma.