Lo que más preocupa a Felipe González en relación a la crisis de Argentina es que el estado de ánimo que hay en el país es peor que la propia crisis. Es por esto que sostiene que la Argentina tiene que comprender que necesita aprovechar el talento propio impulsando un consenso que actualmente tendría el apoyo del 60% de los ciudadanos, que esperan un alivio social basado en la previsibilidad.


El expresidente del Gobierno español, auténtico estadista, gran conocedor de la realidad de nuestro país y con autoridad para analizar la situación, sabe por experiencia propia sobre los estados de ánimo de un pueblo, de ahí que diferencia entre la ira del 2001 y la desesperanza que reina en esta ocasión. Lógicamente que ve a este factor como un obstáculo para la superación de la crisis. Con optimismo y con un consenso básico entre todos los sectores de la sociedad se podría tener un punto de partida favorable para ir avanzando en la solución de los problemas que hoy afectan al país.


Para González, el ideal de un acuerdo por encima de las diferencias no es sencillo, pero tampoco imposible. Es consciente de la grieta que se retroalimenta y lo difícil que es hacer un diagnóstico compartido, pero nada de esto puede impedir que se alcance un consenso que es lo que más imperiosamente le hace falta a Argentina.


Otro motivo de preocupación está vinculado con las candidaturas para las próximas elecciones. Advierte que hay un debate demasiado personal y hay muy poco diagnóstico sobre la realidad. En función de esta apreciación considera que la mitad de la población no quiere seguir con la polarización de candidatos, y esa es una posición que se debería respetar.


La convocatoria que ha realizado el Gobierno nacional en base a un decálogo de principios básicos ha sido calificado por el exmandatario español como un gran esfuerzo destinado a reunir a todos los sectores, en búsqueda de la previsibilidad económica y política que está siendo reclamada insistentemente.


Debemos tener en cuenta las apreciaciones de González en relación a los factores que están incidiendo en la profundización de la crisis y considerar que la Argentina necesita de una continuidad de sus políticas socioeconómicas, para que éstas comiencen a dar sus resultados. Un país más creíble y previsible otorga garantías a las inversiones productivas y permite a la propia población desarrollar sus potencialidades en un marco de estabilidad y equilibrio de sus variables económicas.