A pesar de que Argentina tiene varios proyectos mineros de cobre muy importantes y considerados de clase mundial, ninguno está actualmente en producción, lo que genera un estado de inquietud especialmente cuando se conoce que este mineral tiene una gran demanda a nivel mundial, con un muy buen precio de comercialización.


San Juan, con tres de los diez proyectos más grandes del país, Pachón, Los Azules y Josemaría, es una de las provincias que sufre la dilación que se está produciendo, y que está impidiendo que estas iniciativas se pongan en marcha, para mejorar el panorama laboral de la provincia, que en materia de actividad minera actualmente está circunscripta a las minas de oro de Veladero, Gualcamayo y Hualilán; empresas caleras de Los Berros y canteras de piedras de aplicación de la zona del Villicum, con más de 5.300 trabajadores registrados a mayo de 2022.


Según estimaciones de la Asociación Internacional del Cobre (ICA) el mundo, en estos momentos, necesita 19 millones de toneladas de cobre para la descarbonización de las industrias. Lo inconcebible es que mientras Chile en la misma Cordillera de Los Andes está produciendo millones de toneladas, de este otro lado, los argentinos no cuentan con ninguna mina en actividad.


Bajo la Alumbrera fue el último gran proyecto cuprífero que tuvo el país, y desde que fue cerrado por haberse cumplido su vida útil, no se ha podido poner en funcionamiento ningún otro proyecto por demoras en las tareas de exploración y en la obtención de los requerimientos que se exigen, entre ellos la declaración de impacto ambiental.


Esta demora está privando al país del ingreso de divisas genuinas que resultarían decisivas para mejorar el estado financiero y consecuentemente la situación económica.


De los 10 proyectos declarados en el país, los dos primeros pertenecen a la provincia de San Juan y son los que  podrían iniciar su etapa de explotación en un tiempo perentorio, ya que hasta ahora han logrado cumplir con la mayoría de las exigencias. Ellos son El Pachón y Los Azules, ambos en el departamento Calingasta. Luego en sexto lugar está Josemaría, ubicado en el extremo Noroeste de la provincia, también con un avance importante en exploración.


La necesidad de más cobre para promover la descarbonización de las industrias se explica por el mayor uso de este metal como conductor eléctrico de las principales tecnologías que permiten sustituir combustibles fósiles. Sin cobre no sería posible la masificación de nuevas tecnologías, como los vehículos eléctricos o la producción de energías limpias y esto es lo que se debe entender cuando se habla de la necesidad de poner en marcha la mayor cantidad de proyectos cupríferos en el país.