Cada vez más se impone la necesidad de diversificar los relacionamiento de nuestro país en materia de exportaciones, en busca de incrementar la comercialización de productos e inclinar la balanza comercial favorablemente. Históricamente, la Argentina ha orientado su capacidad exportadora hacia grandes naciones o países del Mercosur, que tradicionalmente han requerido de nuestras materias primas y algunos productos manufacturados. Esto hizo que nuestra política exportadora se concentre y dependa de unas pocas alternativas comerciales. Argentina comercializa con Brasil, China y EEUU y en menor medida con Alemania, México e Italia, entre otras naciones. Ha llegado el momento, aprovechando la apertura al mundo propiciada por la actual conducción de gobierno, de considerar otros países más pequeños, pero igualmente interesados en establecer lazos comerciales con la Argentina. A nivel global hay zonas o regiones que ofrecen interesantes propuestas comerciales. Se trata de países emergentes con los que se deben profundizar vínculos, no solo comerciales sino también para ofrecer asesoramiento técnico y científico aplicables a distintas áreas. Entre ellas están los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), como Filipinas, Vietnam, Indonesia y Tailandia, con un mercado de 630 millones de personas, de los cuales 120 millones pertenecen a clases media de rápido crecimiento.

Otras de las zonas en las que se puede incursionar, es la de centroamérica que incluye el Caribe. En esta región hay numerosos estados que están necesitando comercializar, además de intercambiar tecnología aplicable a los procesos productivos y experiencias de ordenamiento urbano y territorial. Chile ya ha hecho base en varios de esos países, entre ellos Panamá, y está obteniendo muy buenos resultados, según la OMC.

En Africa también se puede llegar a cerrar interesantes negocios, debido a la demanda de materia prima y alimentos. Angola es uno de los estados africanos con mayor acercamiento desde la gestión anterior de gobierno.

Para concretar el objetivo de establecer una política exterior de "horizontes diversos”, en busca de que Argentina sea líder en materia de exportaciones a destinos no tradicionales, habrá que formar más expertos en la Cancillería y contratar especialistas que ofrezcan apoyatura a los sectores productivos, para que puedan operar con mayor facilidad en cada uno de estos nuevos destinos.