Tras dos ciclos lectivos irregulares en los que muchos alumnos abandonaron sus estudios sin poder retomar el ritmo para reanudar este año su asistencia a clases, desde el Ministerio de Educación se implementó una restricción que implicó el cierre de niveles secundarios en escuelas del departamento 25 de Mayo, lo que ha generado inconvenientes para los alumnos que deberán seguir cursando en otros establecimientos más alejados de su lugar de origen. Se ha llegado a esta situación por un proceso de deserción escolar complementado por el poco interés en la educación de alumnos y padres que se ha puesto de manifiesto durante el período de pandemia y que se ha evidenciado con claridad en el inicio del nuevo ciclo lectivo con matrículas muy bajas en algunas escuelas, principalmente de la zona rural o semirural de los distintos departamentos.
La falta de un trabajo de relevamiento por parte del ámbito de educación o de otras áreas vinculadas con los intereses sociales como los municipios o Desarrollo Humano ha hecho que no se motive debidamente a alumnos y padres para promover la asistencia a la escuela. La escasa matrícula registrada, principalmente en establecimientos de zonas alejadas es consecuencia de la falta de un operativo tipo rastrillo que incursione dentro de la comunidad para detectar todos aquellos casos de deserción escolar o, simplemente, aquellos casos de falta de incentivo para seguir estudiando en niveles superiores.
Hay que ir casa por casa verificando la existencia de chicos que ni estudian ni trabajan para intentar persuadirlos a que continúen concurriendo a clases. Lógicamente que con el cierre del nivel secundario en al menos dos escuelas como la Mar Argentino y Rafael Alberto Arrieta no se está contribuyendo a revertir este fenómeno y por el contrario se está desalentando aún más a que los chicos dejen de estudiar.
Es cierto que no se puede hacer funcionar escuelas o niveles de enseñanza sin el número suficiente de alumnos matriculados, pero lo que se puede hacer es evitar el cierre de modalidades incentivando a que haya más chicos estudiando y eso es posible porque se sabe que es elevado el porcentaje de chicos que dejan de concurrir a la escuela sin motivos aparentes.
Habrá que comenzar una campaña en todos los rincones de la provincia para persuadir a los jóvenes a seguir estudiando, al menos el nivel secundario, evitando su cierre en varios puntos de San Juan.
A partir de ahora la matrícula debe comenzar a ser positiva y alejar toda posibilidad de que en la tierra de Sarmiento se tengan que cerrar escuelas en vez de abrir nuevas posibilidades educativas.
