La pandemia del coronavirus y la economía van de la mano en todo el mundo y sus efectos desastrosos impactan en todas las naciones, aún en las más poderosas, como es el caso de los Estados Unidos que sufre la mayor caída de su historia con un 9,5% de su PBI y con el agravante de producirse en el segundo trimestre como consecuencia de la paralización impuesta por el confinamiento social para evitar la propagación del Covid-19.


Nunca antes se había producido en norteamérica un colapso semejante y tan rápido, comparado con la Gran Recesión de 2007-2009, con un achicamiento del 8,4%, el dato más reciente desde que Washington comenzó a publicar sus estadísticas económicas en 1947, al finalizar la II Guerra Mundial. En el pico de la crisis sanitaria el consumo, que representa alrededor del 70% de la actividad económica estadounidense, fue una contracción histórica y también sin precedentes de manera que los especialistas lo señalan como el principal factor del derrumbe del PBI.


De la misma manera que en el país más poderoso del mundo se registraron las cifras más altas de víctimas de la pandemia también hubo récord de desocupados con más de 40 millones de puestos de trabajo y una bancarrota inédita de empresas productivas. Según informes de Wall Street en esos momentos hubo un retroceso del 35% en el movimiento de dinero que gastan los consumidores, es decir en el corazón de la cultura consumista que distingue a la sociedad norteamericana.


EEUU tiene experiencia en afrontar recesiones, pero a diferencia de las anteriores, la actual se produjo por la decisión política de cerrar la economía para combatir los contagios masivos en la pandemia, de manera que todo el desplome parece haberse calculado. El Congreso votó la asistencia de varios billones de dólares para los hogares y minimizar el impacto el comercio mediante un plan de salvataje que parecía el ideal para la emergencia, hasta que las aspiraciones de reelección de Donald Trump complicaron el panorama.


Demócratas y republicanos rompieron el consenso para apuntalar a la "mejor economía del mundo" como presumía Trump antes del caos sanitario y los desacuerdos parlamentarios complican las soluciones. El colapso económico de EEUU trasciende globalmente y basta recordar cómo afectaron al mundo las recesiones anteriores; los expertos sostienen que esto recién empieza y es de imaginar lo que será la economía global en la nueva normalidad a la que vamos.