En medio del preocupante panorama que se vive a nivel mundial, por la creciente tensión entre países que disponen de armas nucleares, como Corea del Norte y Estados Unidos, el Comité Noruego encargado de otorgar el prestigioso Premio Nobel en sus distintos rubros consideró apropiado distinguir en relación a su trabajo a favor de la paz mundial a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN). Esta organización, integrada por una coalición mundial de más de 300 ONG, se abocó desde que fue creada en Viena, en 2007, a llamar la atención sobre las consecuencias humanitarias catastróficas del uso de armas nucleares. Entre uno de sus logros está el de haber sido pionera de un tratado de prohibición de esas armas que fue firmado, en julio último, por 122 países, en el que no está la Argentina. De todas formas es mucho lo que queda por concretar, ya que al igual de lo que sucede con los acuerdos climáticos, nueve potencias nucleares no han querido todavía suscribir el tratado, postergando el avance decisivo en este tema.

Las tensiones en torno a la crisis norcoreana, desencadenada a partir de los sucesivos ensayos nucleares y la respuesta de EEUU, que pretende controlar al país asiático ante la atenta mirada de otras potencias nucleares, hace recordar el lamentable hecho para la humanidad ocurrido hace 70 años, cuando las poblaciones japonesas de Hiroshima y Nagasaki sucumbieron ante el poder destructivo de las bombas atómicas. Actualmente, se calcula que hay unas 15.000 armas nucleares en todo el mundo distribuidas en países como EEUU, Rusia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Francia y China. También se incluye a India, Pakistán y Corea del Norte.

La ICAN tiene su sede en Ginebra y funciona gracias a las ayudas financieras que aportan gobiernos como Noruega, Suiza, Holanda, Alemania y el Vaticano, y donantes privados de la UE. El Premio Nobel fue instituido por el filántropo sueco, inventor de la dinamita, Alfred Nobel, para distinguir el avance en distintas áreas de la humanidad.

Resulta significativo que en estos momentos de conmoción mundial por el temido desencadenamiento de una guerra nuclear, este galardón haya sido orientado a una organización que trabaja por el desarme, con el objetivo claro de que el mundo necesita garantías de que no va camino de la autodestrucción.