De no haberse llegado a un consenso negociado a última hora, las misiones de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hubiesen concluido este año con el repliegue de una docena de presencia de cascos azules en las misiones de paz en todo el mundo, dando lugar a la reanudación de choques armados y la desprotección de la población civil. Pero los 193 países miembros alcanzaron un acuerdo para financiar los 6.500 millones de dólares que cuesta el gigantesco operativo anual.


En sus 72 años de historia nunca las misiones pacificadoras estuvieron en peligro de desmantelamiento como ocurrió ahora por la falta de fondos, a pesar de representar solo el 0,5% del gasto global en defensa, con la garantía que ofrece la presencia de los 90.000 cascos azules en las tareas de protección de la población civil, la observancia de acuerdos de alto el fuego, e interposición entre las partes en zonas de conflicto, así como la mediación y el acompañamiento del organismo multinacional en procesos políticos y de posconflicto.


Un caso emblemático es la misión en Chipre, establecida en 1964 y con gran presencia militar argentina para garantizar el alto el fuego entre las comunidades enfrentadas grecochipriota y turcochipriota de la isla en litigio. Pero las misiones más conflictivas y con 10.000 efectivos se localizan en África, sostenidas con los aportes de los Estados miembros, principalmente de EEUU, con el 18% del presupuesto seguido por China con 15,2% y Japón que aporta el 8,5% de los recursos.


La presencia de los cascos azules con más de un millón de militares y policías de 125 países con sus respectivos pertrechos, han hecho historia en el mantenimiento de la paz mundial y su cometido termina con éxito, por ejemplo en Kosovo, como administradora interina desde 1999 con personal militar y civil de la antigua provincia autónoma yugoeslava, donde flamea el pabellón de las Naciones Unidas.


Todo lo actuado por la ONU en este sentido se ha justificado plenamente y la decisión de proseguir con las misiones de pacificación en el mundo está en la esencia de la organización internacional ya que nació para resguardar el mantenimiento de la paz, intervenir como mediadora en los conflictos armados, garantizar los armisticios y las etapas transitorias del restablecimiento de la normalidad institucional.


Las acciones encaminadas a la contención, moderación y finalización de conflictos estatales internos o externos mediante la participación de fuerzas multinacionales bajo el mandato de la ONU garantizan imparcialidad y consentimiento de las partes involucradas.