Que el bullying es una realidad en las escuelas de nuestro país, nadie lo puede dudar. Y para confirmarlo acaba de ser publicada una encuesta, de una dependencia de la UBA (Universidad de Buenos Aires), en la que se señala que el 84% de los encuestados reconoce fehacientemente la existencia del problema y los inconvenientes que se deben afrontar para solucionarlo. Además se ha llegado a determinar que en las escuelas donde se presenta este inconveniente los alumnos rinden menos y son proclives a dejar sus estudios.


Se trata de un flagelo que cada vez crece más en la mayoría de los establecimientos educativos del país y que para su control se requiere la urgente intervención de toda la comunidad educativa.


Si bien las instituciones escolares deberían ser las responsables de detectar los casos de bullying que se puedan dar en las aulas, son los padres los que deben advertir que sus hijos están siendo víctima y promover un acercamiento a esos adolescentes que necesitan todo el apoyo de su entorno.


Los casos de bullying y de ciberbullying aumentaron considerablemente en los últimos meses. En nuestra provincia, a mediados de la semana pasada, se conoció un grave caso de supuesto bullying, por el que un niño de 8 años, de la escuela Presidente Juan Perón en el barrio Vidart y Cinco, en Rawson, fue internado en el Hospital de Niños. Ahora mientras la madre sostiene que hay bullying, la directora afirma que fue un accidente.


Las cifras que reveló la encuesta del "espacio cultural, El Sábato de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA" son claras. Un 78% de los estudiantes porteños afirma que existe agresión física a compañeros dentro y fuera de la escuela. Por otra parte, el 34% de los estudiantes de primero y segundo año sostienen que han sido intimidados por compañeros y el 45% sostiene que concurre a la escuela con el miedo de ser agredido. Otro dato revelador es que el 54% de los estudiantes asegura que hay hostigamiento entre pares a través de las redes sociales, esto último determinado por el crecimiento del ciberbullying.


Está demostrado que el bullying es un fenómeno que puede llegar a ser controlado si los adultos o los padres intervienen decididamente en defensa de la víctima y si los agresores son tratados en gabinetes especializados. De todas maneras la prevención es la clave del éxito, ya que cuando el acoso se concreta es difícil la reparación del daño causado.