Las aproximadamente 200.000 dosis de vacunas contra el covid-19 que son inoculadas por día en el país representan un número que resulta insuficiente para alcanzar la inmunidad de rebaño y cortar con el proceso infeccioso del virus que sigue propagándose afectando por día a cientos de personas y provocando la muerte de otras tantas. Además se ha llegado a determinar que del total de vacunas recibidas hasta ahora, que suman casi 18 millones de dosis, hay 2.955.000 que no han sido suministradas, sin establecerse fehacientemente el destino de esos inmunizantes que han llegado al país y no han sido hasta ahora aprovechados como corresponde. 


Otros cuestionamiento que se hacen es que en la Argentina no se están colocando las segundas dosis de vacunas contra el covid-19 y que no se ha informado correctamente sobre la posibilidad de que esas dosis puedan pertenecer a otros laboratorios. La ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología) tendría que haber salido a aclarar convenientemente ese tema, para que la población conozca si existe la posibilidad de que haya vacunas compatibles que puedan llegar al país para subsanar esa falta de segunda dosis, ante el peligro de que se venzan los plazos para los que recibieron la primera dosis. 


Todo indica que el país ha demorado más de lo conveniente el proceso de vacunación, a tal punto que le llevará mucho tiempo lograr un ritmo que le permita cortar con la propagación de la infección, alcanzando la inmunidad de rebaño que es la que podría garantizar que la población no se continuara infestando, dándole un corte a este proceso al que se le ha denominado "segunda ola" y evitar que se puedan presentar otros brotes epidémicos en una eventual "tercera ola". 


La solución para que Argentina alcance un estatus sanitario que le permita bajar los niveles de contagio es la de intensificar el plan de vacunación, con una campaña más intensa y agresiva que incluya una mayor cantidad de sitios de inoculación y que se desarrolle en forma ininterrumpida para abarcar a una mayor cantidad de personas y reducir el tiempo del operativo. Con esta modalidad, sumada a la generación de recursos -dólares- para asegurar la llegada de una mayor cantidad de dosis, la producción de vacunas dentro del país como la Sputnik V y la aceptación de donaciones de otros países u organizaciones internacionales de vacunas como la Pfizer, Johnson & Johnson, Moderna, y Janseen, y el segundo componente de la Sputnik V, se puede mejorar los niveles de inmunización superando los 3.150.000 de personas de todo el país que hasta ahora solamente han recibido las dos dosis recomendadas.