Los valores y sentimientos que promovieron el primer grito de libertad de nuestra nación aquel 25 de mayo de 1810, estarán hoy presente, de una u otra forma, en la intimidad de cada hogar argentino, en un festejo inusual, marcado por una cuarentena obligatoria, dispuesta a consecuencia de la pandemia del Covid-19, que a pesar de haber sido flexibilizada, no permitirá que se hagan reuniones familiares de más de 12 personas. Quedará en manos de padres e hijos, dentro de cada casa, recordar la histórica gesta y el rol que cumplieron cada uno de los patriotas que participaron de ese movimiento emancipador, que llevó a la nueva nación en formación a cortar los lazos de dependencia de España, iniciando un proceso que culminaría seis años después con la declaración de la Independencia en Tucumán, el 9 de julio de 1816.


El coronavirus que se ha propagado por todo el mundo ha hecho en nuestro país que lleguemos a esta significativa fecha con las escuelas cerradas, sin ningún tipo de actos oficiales ni recordaciones alusivas en distintos ámbitos. Los tradicionales desfiles que engalanaban las principales avenidas de cada una de las provincias como los actos escolares en que los alumnos evocaban los personajes de la época colonial y a los próceres que hicieron posible la liberación de la Nación, han pasado a ser un lindo recuerdo, y una experiencia que muchos anhelan se reestablezca el próximo año.


Hay otras tradiciones que por cuestiones obvias tampoco se podrán realizar en esta ocasión. La acostumbrada salida a comer afuera, ya sea a un restaurante, al campo o a la casa de familiares y amigos, con un asado mediante o el infaltable locro, quedará para otro momento, cuando se logre superar el flagelo del Covid-19 que ha trastocado todas las costumbres que antes eran habituales.


Hay algunos puntos en común entre la actualidad y la jornada de aquel 25 de mayo, vinculados a los deseos de libertad que expresan los hombres cuando se sienten amarrados a una circunstancia que desean superar para recuperar su estado ideal que es el de vivir sin ningún tipo de ataduras que condicionen sus vidas. En ese momento la libertad significaba emanciparse del dominio español, que los estaba oprimiendo, mientras que hoy la libertad se alcanzaría si se lograra vencer a la pandemia que se ha propagado confinando al hombre a una situación en la que no es libre de hacer todo lo que quiere.


Afortunadamente, la mayoría de las actividades se están flexibilizando progresivamente. Es de esperar que pronto llegue el momento de una liberación total que será como cortar las cadenas de la libertad, en forma similar a como lo hicieron los hombres de Mayo.