Así como la Argentina tiene enormes problemas económicos y sociales, también tiene la posibilidad de solucionarlos mediante una infraestructura productiva que ha logrado establecerse en la Región Centro del país, que se muestra lo suficientemente competitiva para producir una gran variedad de granos y otros recursos exportables y para consumo interno. Si bien ya se conoce que las provincias de la Pampa Húmeda, parte de la Mesopotamia y de un amplio sector de Cuyo han logrado un importante avance en materia productiva, no se pensaba que este aspecto incidiría en un mapa electoral que quedó conformado de una forma muy curiosa: dividido en una zona norte y otra sur por una franja de Este a Oeste, coincidente con la Región Centro, que parece haber sido redescubierta después de las últimas elecciones generales. Lo que más llama la atención es que todas estas provincias, que conforman un cinturón productivo, con un fuerte perfil agroindustrial, están identififcadas con un mismo signo político (Juntos por el Cambio) y que la reagrupación se ha dado en los últimos años, lo que demuestra una modificación en el mapa económico, social y político de la Argentina.


La franja que atraviesa el país de Este a Oeste, desde el río Uruguay hasta la Cordillera de los Andes, involucra a las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza. La provincia de Buenos Aires, si bien ahora estará gobernada por otro signo político (Frente de Todos) conserva la impronta de haber estado gobernada por "Cambiemos" conservando características de la Pampa Húmeda. 


En materia de producción, todas estas provincias basan su economía en la exportación de una canasta cada vez más variada de productos, donde además la tendencia es agregar cada vez más valor agregado a lo que exportan: harinas de alto contenido proteico, aceites, carne vacuna, aviar y ahora porcina, legumbres en containers, maíz pisingallo, girasol confitero, biodiésel, glicerina y lecitina. Alimentos, energía, productos para farmacología y cosmética.


Pero hay que tener en cuenta que la Región Centro no puede existir sin vinculación con otras provincias o regiones del país, y es ahí donde debemos mencionar polos de desarrollos como Bahía Blanca, los puertos de Necochea y Paraná, provincias del Noreste, la Patagonia y provincias como San Juan cuya producción está estrechamente vinculada a Mendoza y San Luis. Por eso más que separar hay que tratar de que las regiones estrechen sus vínculos, para lograr que el crecimiento del país sea uniforme.