En un hecho sin precedentes la Unión Europea acordó implementar un fondo de recuperación para los países más afectados por la pandemia del Covid-19, dejando atrás un difícil proceso de negociación que por momentos mantuvo enfrentados a la mayoría de los países, por diferencias vinculadas a la disciplinas presupuestarias a la que son proclives los estados del Norte más que los del Sur. Se dice que los 750.000 millones de euros que se distribuirán, constituye una cifra tan inédita como abultada. Y que un poco más de la mitad de ese monto, unos 390.000 millones, se entregarán en forma directa, a manera de subsidios, quedando el resto para que sea distribuido como créditos reembolsables.


Este plan de rescate económico hará que Europa exhiba un diseño diferente del que tenía anteriormente, con un perfil más federal y solidario, y de mayor integración de todos los países.


El acuerdo no fue sencillo. Los 27 países que conforman la UE discutieron arduamente los lineamientos del fondo de rescate y resolvieron finalmente su implementación después de considerar el grave daño que ha provocado a las economías la pandemia del Covid-19, con sus prolongados períodos de confinamiento y de cuarentena.


Esta batería de inversiones tiene como principal objetivo hacer despegar la economía europea tras el hundimiento previsto para este año.


Hay que tener en cuenta que para contar con estos fondos, la Comisión Europea ha tenido que acudir a los mercados y emitir bonos con vencimientos al 2026.


La celeridad con la que se ha logrado el acuerdo ha sido atribuida a la situación de crisis en la que se encuentra la economía de cada uno de los países europeos y a la toma de conciencia de los efectos que ha provocado el Covid-19 en cada uno de esos estados y en el Continente en general.


También se atribuye a que los países europeos han mostrado responsabilidad colectiva y solidaridad y lo que es muy importante de que creen en un futuro en común.


Los principales líderes de la región han ratificado que este acuerdo es una clara señal de que Europa es una fuerza de acción y que está demostrando que es capaz de abrir nuevos caminos en una situación tan especial. Esto ha quedado demostrado al idear este tipo de rescate financiero y económico, que conforme a lo proyectado deberá ayudar a los países más necesitados a afrontar la crisis y salir de este estado de recesión económica que ha provocado la pandemia.


En coincidencia a lo expresado por el presidente español, Pedro Sánchez, estamos ante un gran acuerdo para Europa; un auténtico Plan Marshall, que fue el que hizo posible resurgir a Europa después de la Segunda Guerra Mundial.