Con el inicio del otoño comienza el período de menos precipitaciones pluviales en la provincia de San Juan, por lo que es el momento propicio para planificar y ejecutar todas aquellas obras de drenaje que están siendo necesarias en distintos puntos de la provincia que sufren anegamientos e inundaciones cada vez que llueve con cierta intensidad. Las lluvias caídas entre la última quincena de febrero y primera de marzo demostraron que hay varios departamentos del Gran San Juan y alrededores que tienen serios inconvenientes con sus drenajes naturales y que los que han sido realizados por el hombre para encausar las crecientes no son suficientes como para evitar los desastres que suelen ocurrir.
Pocito, Ullum, Zonda, Albardón y algunas zonas de Rivadavia y Rawson tuvieron que afrontar durante la última temporada estival numerosas erogaciones a consecuencia de los daños provocados por las lluvias que no sólo fueron causante de la rotura de calles, pasantes y puentes, sino que hicieron que muchas familias fueran evacuadas ante la imposibilidad de seguir habitando las viviendas que quedaron dañadas por efecto del agua.
El hecho de que San Juan tenga temporadas de muchas y pocas lluvias bien delimitadas, posibilita que las autoridades competentes puedan planificar obras en relación a esa variación y trabajar con mayor comodidad. Es muy importante que se aproveche lo mejor posible los períodos de menos lluvia para realizar los trabajos más complejos, como el mejoramiento de la red de riego que sirve como desagüe; las calles rurales que ayudan a canalizar las crecientes, como ocurre muy comúnmente en Pocito y Sarmiento, y los desagües o drenes que ayudan también a que el agua que se desborda de sus cauces naturales pueda ser canalizada convenientemente hacia lugares donde no produzca daños.
La clave es no perder tiempo y aprovechar estos largos períodos de escasas lluvias para realizar toda la obra de base necesaria para luego dedicarse a los detalles menores. Hay que evitar lo que suele ocurrir en ámbitos escolares donde después de períodos de vacaciones o de largos recesos no se cumple con la ejecución de obras o proyectos, determinando en algunos casos que no se puedan iniciar las clases por problemas en la infraestructura escolar. De esta misma forma, las autoridades municipales y del Gobierno provincial deberían prever realizar en este tiempo todos los trabajos necesarios, para solucionar un problema que si bien no es muy frecuente, cada vez que se presenta acarrea numerosos inconvenientes sociales.
