La inversión minera directa y genuina tiene un impacto directo en la economía argentina que se traduce en producción y exportaciones por sobre las tradicionales del país, con una dinámica extraordinaria en cuanto a la generación de empleo directo y de los servicios colaterales, junto a las regalías percibidas en la zona de influencia. Todo esto se traduce en mejores condiciones de vida por el desarrollo regional.


San Juan tiene el privilegio de liderar las nuevas inversiones en las provincias mineras, con casi la mitad de los desembolsos de capitales en los dos últimos años por más de 9.300 millones de dólares, destinados en un 94,5% para construcciones y expansiones en los 17 proyectos en producción y 3 en construcción, más otros 6 en exploración temprana, según informes oficiales.


El enorme potencial de la minería extractiva comprende actualmente 87 proyectos, 30 de ellos en etapa de exploración avanzada, 14 con evaluación económica preliminar en desarrollo, 5 en la etapa de prefactibilidad y 12 calificados con factibilidad. Nuestra provincia lleva la delantera en radicación de capitales extranjeros para los dos próximos años, siguiéndole Salta, Catamarca y Jujuy. La estrella en inversiones lo anunció Lundin Mining por U$S 4.200 millones para el cobre de Josemaría, en el departamento Iglesia.


La exploración minera aumenta la riqueza del país, como ha señalado Mario Hernández, presidente de la Cámara Minera de San Juan, ya que por cada millón de dólares invertidos en exploraciones 550.000 quedan en las provincias y van a bienes y servicios, impuestos, salarios y cargas sociales. Estas son proyecciones, pero los beneficios pueden ser mayores al cierre del año.


Los números y la experiencia minera sanjuanina chocan con la irracionalidad de la derogación de la ley de zonificación minera de Chubut, sancionada por los mismos legisladores que la aprobaron seis días antes, en diciembre pasado. Los hechos de violencia extrema de grupos antimineros, llegados de otros lugares, fueron idénticos a los ataques de las patotas ideológicas que soportó San Juan años atrás.


La provincia patagónica con gravísimos problemas sociales y presupuestarios sepultó una oportunidad histórica de crecimiento.