De acuerdo a los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) la venta de maquinaria agrícola registro una facturación de 14.995,1 millones de pesos en el tercer trimestre de este año, con un crecimiento del 98,5% con respecto a igual período de 2018. La información oficial es atípica porque rompe con las estadísticas negativas sobre la marcha de la economía en las diferentes actividades que son noticia corriente.


En la suba de la inversión rural en equipamiento de trabajo se destaca el nivel de facturación de tractores, el más alto del trimestre con una suba del 108% en comparación con el período anterior de referencia, por 7.038 millones de pesos, todo un récord en la tecnificación del sector y mucho más significativo porque va a contramano de las variables de la crisis.


Para tener mayor precisión de las compras, el INDEC señaló que la facturación en implementos, cosechadoras y sembradoras aumentó 109,2%; 92,8% y 72,9%, respectivamente. Mejor todavía cuando la mecanización adquirida supera en un 87% al origen de industria nacional. Estos números son precisos y están vinculados directamente con el desarrollo productivo, sin ningún tipo de especulación en la tarea anual de obtener divisas genuinas en el comercio exterior.


Es que más allá del impacto de la severa crisis económica que afecta a la Argentina, los productores agropecuarios no detuvieron sus niveles de inversión en nuevas tecnologías, ya que hubo este año una cosecha récord, en particular en la producción de granos y oleaginosas, y por ello la reinversión en maquinaria moderna para hacer más eficiente la producción. Y se benefició toda una cadena de suministros incluyendo el de la evolución tecnológica.


Estos datos requieren una contrapartida política, por lo cual el campo busca continuar con algunas medidas adoptadas por el gobierno de Mauricio Macri, tal como lo ha señalado la Sociedad Rural Argentina en un comunicado al rechazar de plano un probable aumento de las retenciones como mecanismo para resolver el déficit fiscal, de acuerdo a versiones del entorno del presidente electo Alberto Fernández.


El mensaje contiene un recordatorio que no admite réplicas. El campo como motor productivo del país genera 5,5 millones de puestos de trabajo y aporta alrededor de 30.000 millones de dólares anuales dentro de sus actividades que incluyen progreso y arraigo. Echar mano al sector como recurso contributivo llevaría a una caída de la producción, de la actividad y del empleo al deteriorarse la capacidad exportadora.