La intempestiva retirada de los Estados Unidos del Acuerdo de París de lucha global contra la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, consecuencia del cambio climático de devastadoras consecuencias, sacude al mundo con repercusiones políticas, económicas y científicas.

La posición adversa de Donald Trump se insinuó en la reciente cumbre del G7, al negarse a ratificar el entendimiento ecológico con el resto de las potencias, pero había esperanza de lograr otra visión de Washington para evitar un quiebre estratégico histórico. 
En el acuerdo, adoptado por 195 países en París en 2015 y en vigor con la ratificación de 147 estados miembros, incluida la Argentina, se comprometía a reducir para 2025 las emisiones de gases contaminantes entre un 26 y un 28 por ciento con respecto a los niveles de 2005. Para eso resulta clave el cambio de las matrices energéticas tradicionales por fuentes renovables, en particular en China y Estados Unidos, los más contaminantes de la tierra. 

El Grupo Intergubernamental de la ONU desconoce cuál será la tendencia de las emisiones estadounidenses como resultado de este portazo y otros factores que pueden influir. Es posible que las emisiones de EEUU sigan bajando más allá de la incertidumbre pero la evidencia científica es contundente: el clima está cambiando por la actividad humana.

Sin esfuerzos de mitigación, a fines del siglo XXI habrá riesgos altos de impactos irreversibles y extendidos, según los científicos. En el peor de los casos, la retirada de EEUU podría tener un aumento adicional de 0,3 grados centígrados en ese lapso, que puede superarse a través del esfuerzo del resto de las naciones, como también los aportes norteamericanos al Fondo Verde, aunque esa financiación será cubierta por el Banco Mundial.

EEUU ha dado la espalda al mundo pero, como dice la ministra alemana de Medio Ambiente, el clima sobrevivirá a ocho años de Trump, el período máximo de mandato de un presidente estadounidense. Pero también debe considerase que están en desarrollo formas de descontaminación para un reciclaje ambiental y que la ecología tenga también un rédito económico y mayor efectividad que la actual estrategia.