Las rispideces que se establecieron durante la campaña electoral entre el espacio político de La Libertad Avanza (LLA) y la figura del papa Francisco, como líder espiritual de la Iglesia Católica, parecieran haber llegado a su fin. El Sumo Pontífice, en su carácter de Jefe de Estado del Vaticano, felicitó a Milei por el triunfo obtenido en el balotaje y le recomendó manejarse con "coraje y sabiduría". Milei tras agradecerle el gesto invitó al líder de la Iglesia a visitar la Argentina, en su doble condición de Jefe de Estado y cabeza de la Iglesia Católica, garantizándole que será recibido "con todos los honores" que le corresponden.
Bastó una simple llamada telefónica de unos pocos minutos para que la tensión que se había establecido entre la corriente política que lidera Milei y el Vaticano se comenzara a disipar en beneficio de la reconfiguración del vínculo institucional entre ambos estados. En cierta forma el llamado del Papa ha venido a apaciguar un panorama que se había enrarecido en el transcurso de la campaña electoral y que a pocos días de la asunción efectiva a la presidencia por parte de Milei amenazaba con hacer más tensas las relaciones de nuestro país con la Santa Sede, haciendo peligrar la posibilidad de un futuro viaje de Francisco a la Argentina.
Hasta antes de este saludo, la única expresión de la Iglesia por el triunfo de Milei había sido un breve mensaje del presidente del Episcopado argentino, monseñor Oscar Ojeda, quien en la red social X valoró la jornada democrática y pidió por las autoridades elegidas. El obispo de San Isidro había expresado oportunamente que "estamos rezando al Señor para que ilumine a las nuevas autoridades elegidas y para puedan trabajar por el bien común de nuestro pueblo".
Es un hecho que el llamado del papa Francisco no sólo sorprendió al presidente electo, sino que también tomó por sorpresa a todo el arco político y eclesiástico del país, conocedor de la animosidad que se había planteado entre ambos sectores.
Lo actuado por Francisco pone de manifiesto el principio de pacificación que debe prevalecer en todo momento y en todos los ámbitos, a pesar de todas las dificultades que se puedan presentar en un mundo de relaciones tan complejas. Por más que se haya dicho que el acercamiento del papa a Milei es "una jugada política de primer orden", hay que tener en cuenta que el Papa ha priorizado la relación que debe existir entre Argentina y el Vaticano por sobre todas las cosas, desactivando todos los cortocircuitos que podrían entorpecer esta relación, y que el presidente electo se ha mostrado proclive a mantener relaciones protocolares con la Santa Sede.
Con este gesto que ha sido bien visto por todos los sectores de la sociedad el Papa ha priorizado la paz por sobre todas las cosas, a fin de generar el ámbito adecuado que no perjudique la posibilidad de que a los 86 años de vida pueda viajar próximamente a su país de origen, un anhelo compartido por mucha gente.