En esta ocasión fue por el acto eleccionario que varias escuelas no dictaron clases el viernes por la tarde ni hoy por la mañana. Pero a esto hay que sumarle otros hechos por los que en otras ocasiones tampoco se dictan clases, como por ejemplo los fines de semana largos y extra largos con fines turísticos; los asuetos escolares por perfeccionamiento del personal docente; los días a los que en las respectivas jurisdicciones o departamentos no se asiste a la escuela por considerarlos festivos, ya sea por fechas significativas o aniversarios locales. También hay que tener en cuenta la ausencia estudiantil por diversos motivos, entre ellos provocados por enfermedades; lo mismo que con los docentes que además de los partes de enfermo tienen la opción de hacer uso de un día por asuntos particulares. A esto se suma los días de paros o huelgas que suelen disponerse en el ámbito sindical educativo y cualquier otra circunstancia que rápidamente deriva en la suspensión de las actividades escolares. Todo esto tiene su directa repercusión en uno de los problemas más graves de la educación como es la alteración del proceso de enseñanza y aprendizaje por falta de tiempo para el dictado de contenidos y la imposibilidad que tienen maestros y profesores de impartir en forma completa el programa curricular de cada materia.


Caemos en esta realidad cuando escuchamos decir a los docentes que no tienen tiempo de desarrollar en forma íntegra el programa de cada una de las materias. En Educación no se pueden acelerar los ritmos para impartir conocimientos, comprobar su comprensión y finalmente, evaluar si el proceso de enseñanza-aprendizaje se cumplió conforme a lo previsto. Es muy difícil hacer que un niño aprenda un contenido en un tiempo menor al estipulado para esa tarea, y cuando se lo intenta los resultados saltan a la vista. Así la educación argentina y de sus provincias está rankeada en los últimos lugares de las tablas de rendimiento que se elaboran para conocer el nivel educativo en distintas asignaturas.


Hay que optimizar el dictado de clases, si es que se quiere mejorar el nivel educativo en general siendo inflexibles con la asistencia.


La hora adicional de clases que incorporó la mayoría de los establecimientos educativos del país y de nuestra provincia, no tendrá ninguna incidencia si no se es riguroso con la asistencia y el debido aprovechamiento a ese tiempo extra que se ha implementado para mejorar la situación que vive el país.