En la anunciada reunión que los gobernadores provinciales mantendrán durante la jornada de hoy, con el presidente Mauricio Macri, para delinear aspectos vinculados al presupuesto del próximo año, se deberá tratar por todos los medios de alcanzar el consenso necesario para hacer realidad la reducción del gasto público que lleve al anhelado déficit cero. Es conocido que el mayor obstáculo está con los gobernadores justicialistas, quienes si bien han manifestado su predisposición para acordar los ajustes, pondrán en la mesa de discusiones varios ítems en los que no estarían de acuerdo, por considerar que no contribuyen al objetivo principal de evitar que el gasto crezca por encima de los ingresos.
Si bien hoy se iniciarán oficialmente las negociaciones, se pudo saber que extraoficialmente comenzaron hace algunos días, por ejemplo, con el pedido que hizo al Gobierno el senador justicialista Miguel Pichetto de incorporar en el proyecto de ley, el decreto con las nuevas retenciones, uno de los aspectos que a su consideración ponía en riesgo todo el plan fiscal.
Gran parte de las correcciones planteadas por los gobernadores y representantes de la oposición, y en las que hoy se pondrá énfasis, están vinculadas a los aspectos recaudatorios dentro del nuevo esquema de retenciones. La preocupación radica en que las provincias buscan que mejoren los niveles recaudatorios ya que una buena parte de ellos son coparticipables. Temen, por ejemplo, que la retención de $4 por dólar pueda llegar a ser un incentivo para que los exportadores no liquiden las divisas como un recurso para licuar el gravamen.
Otro tema que ha sido planteado con anterioridad es el de la modificación del piso a partir del cual las empresas pueden ajustar sus balances por inflación, lo que mejoraría los ingresos sustancialmente.
Entre las propuestas para el recorte de gastos que llevarán las provincias al encuentro de hoy, está la de admitir la transferencia de los subsidios al transporte, una acción que conlleva la gran incidencia que tiene esta carga en la provincia de Buenos Aires, por sobre el resto de las provincias.
La obra pública será el otro gran tema por el que las provincias pedirán que no se suspenda el actual financiamiento, a excepción de Buenos Aires donde sí ven con buenos ojos que se recorte la partida presupuestaria, por considerarla con fines electorales.
Mas allá de los agregados y modificaciones que se puedan introducir en el proyecto de presupuesto, lo que debe prevalecer en todo momento es la buena predisposición para alcanzar un consenso basado en el sentido común y el deseo de que el país supere la difícil situación económica-financiera.