Finaliza 2018 con un panorama complicado en lo económico y social, pero con luces de esperanzas relacionadas con la anhelada reactivación, que de acuerdo a los cálculos más optimistas comenzará a manifestarse a mediados de 2019. Un año que se presenta como clave para las aspiraciones de las actuales autoridades de gobierno de continuar, por un período más, al frente de los destinos de la Nación.


Durante el año que hoy finaliza, el Gobierno nacional dejó muy en claro que la estabilidad macroeconómica es un objetivo innegociable dentro de sus políticas, a pesar del enorme costo soportado al plantearse un esquema recesivo que ha afectado a todo el aparato económico del país.


Un aspecto a destacar es que, a pesar de todas las dificultades vividas, el año ha terminado con calma respecto de las variables económicas y un tipo de cambio competitivo para promover inversiones y posibilitar la planificación de nuevos negocios.


El acuerdo con el FMI fue un acontecimiento trascendental que posibilitó al Gobierno controlar las crisis financieras que se se sucedieron, amenazando con desestabilizar al país en pleno proceso del reordenamiento iniciado, tras una década en la que las políticas vinculadas a la producción no fueron las más acertadas.


Entre los puntos pendientes para el nuevo año, figuran la implementación de políticas que incentiven el consumo, ante la caída de las ventas minoristas de las pymes, y la optimización de los sistemas de despachos de exportaciones, para lograr que ese sector encargado de hacer ingresar divisas, tenga mejores posibilidades en el marco del comercio internacional.


La reunión del G-20 es otro de los acontecimientos relevantes del año que termina, ya que gracias a este encuentro de líderes de los países más desarrollados económicamente, se logró que Argentina quede bien posicionada en el concierto de las naciones, con mejores posibilidades para hacer negocios en el exterior.


La cuota de optimismo de que la situación del país pueda mejorar en el futuro próximo la otorgan los mismos empresarios que actualmente atraviesan por un difícil momento. En una encuesta cualitativa que realiza mensualmente CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) el 54% delos consultados creen que la reactivación comenzará recién a partir de julio de 2019; mientras que el 83% sostienen que efectivamente habrá una reactivación, lo que es muy positivo respecto de las perspectivas que se pueden abrir a partir de ahora.