La República de México atraviesa por un duro momento, al haberse comprobado que representantes de distintos sectores de la sociedad están siendo víctimas de un sistemático espionaje que estaría dirigido hacia activistas, periodistas, economistas y abogados que trabajan en casos de corrupción o en el proyecto de ley anticorrupción que se pretende impulsar en ese país.
El espionaje se realiza a través de los teléfonos celulares que son intervenidos mediante un software denominado Pegasus. Cabe aclarar que este programa solo se vende a los gobiernos, con el objeto de que solo sea utilizado para investigar a criminales y terroristas. Pegasus se infiltra en los teléfonos inteligentes y otros aparatos, para monitorear cualquier detalle de la vida diaria de una persona por medio de su celular. Básicamente, el teléfono de la persona vigilada se convierte en un micrófono oculto.
La situación está llegando a un extremo al comprobarse que el software está siendo utilizado para vigilar a personas que son críticas al gobierno de Enrique Peña Nieto.
El espionaje telefónico amenaza con convertirse en uno de los peores enemigos de la lucha contra la corrupción, no solo en México sino también en otros países latinoamericanos.
