La realización anual de la Fiesta Nacional del Sol se destaca en el calendario de las mayores celebraciones regionales proyectadas al país con particularidades de la temática y por el escenario del acto de cierre. Pero nunca se logró el éxito alcanzado por el espectáculo final "Sueños de Libertad: El Cruce de los Andes'', el domingo último, donde todo salió a la perfección, al punto que para la ministra de Turismo todo fue mejor de lo esperado. 


Es que en esta oportunidad se corrigieron los desaciertos anteriores, ya que la organización fue impecable en todos los aspectos, de manera de lograr un espectáculo no sólo interesante por la singular forma de reflejar la historia épica sino por hacerla interactiva entre los cuadros interpretados por 450 artistas y la multitud que rodeó al escenario de 2.500 metros cuadrados simulando en distintos niveles, las sinuosidades de la montaña. 


Por eso fueron más de 50 minutos de escenas con un perfil de realismo mágico, en una especie de juego imaginario entre las dos épocas del protagonismo glorioso de José de San Martín: en su juventud visionaria de patriotismo y en la vejez, interpretado como un personaje nostálgico que transita sus últimos días de vida de la mano de Merceditas. Una remembranza de hechos reales desplegados en once cuadros, sin dejar de lado la sociedad y la cultura cuyana que dieron impulso a la Gesta Libertadora. 


A través de la cobertura televisiva, radial y de otros medios de alcance nacional e internacional, esta colosal puesta en escena con actores, escenografía y producción netamente sanjuaninos, el relato de la vida y obra del Padre de la Patria presentada de manera inédita, generó tanta emoción como la de los miles de espectadores que desbordaron en aplausos. Y también por la novedad de proveer a los presentes pulseras luminosas de led, inclusive a los del cerro, activadas por microondas desde un control central. 


No hay críticas negativas y debe destacarse que ha sido un desarrollo local, sin actores profesionales ni aportes foráneos. Desde el guión hasta las empresas que construyeron el lugar adecuado para interpretarlo. Por eso es bueno el pensamiento de la ministra Grynszpan: "Vamos a pensar en cómo aprovecharlo más allá del escenario del Zonda''.