Para el próximo 31 del corriente está programado en todo el país el denominado "Operativo Enseñar" con el que se pretende medir los conocimientos que tienen los estudiantes de los profesorados del último año. En términos generales, esta prueba se asemejará mucho a la del "Operativo Aprender", que este año se tomará por segunda vez y que está dirigido a los alumnos, ya que formará parte del proceso de evaluación integral al que apunta el Gobierno nacional, a través de su cartera de educación.
Evaluar a los futuros docentes de primaria y secundaria no implica poner en duda la formación profesional que están adquiriendo, sino que posibilitará conocer el criterio pedagógico de los futuros docentes, además de los conocimientos y el nivel de valores para impartir una enseñanza exitosa.
Las evaluaciones se tomarán en 519 instituciones de formación docente, de distintas provincias, evaluándose un total de 31.600 estudiantes del último año de las carreras docentes de primaria y de materias del ciclo básico de la secundaria que están haciendo la residencia. Hasta ahora, la iniciativa ha sido apoyada por la mayoría de especialistas en educación del país, aunque con algunas observaciones. Los que están en clara oposición son los gremios docentes que se han manifestado contrarios por considerar que no tiene carácter formativo. Lo que no dicen los sindicatos es que la metodología de evaluar a los futuros docentes es una práctica común en toda la región. Países como Perú, Chile, Brasil, México y Cuba hace más de 10 años que tienen estas evaluaciones.
El Gobierno y demás actores de la educación quieren conocer con esta prueba dónde estamos parados en término de formación docente. De acuerdo al resultado de esta evaluación conoceremos a ciencia cierta dónde se origina el problema educativo que tiene el país, que en numerosas ocasiones se lo ha atribuido a los docentes, cuando en realidad no se sabe si esto es así fehacientemente.
