No había dudas de que al habilitarse el Dique Punta Negra para que la gente pudiera bañarse, este lugar se convertiría en un centro de atracción de aquellos sanjuaninos que les gusta el agua, el sol y el aire libre, en pleno contacto con la naturaleza. Las primeras encuestas reveladoras de la impresión que otorga este lugar han sido positivas, pero hay un común denominador y es la falta de sombra en las cercanías como para acampar o, simplemente, para dejar los vehículos en los que la gente se moviliza hasta ese sitio.

Surge acá una antigua propuesta de este diario que es la de realizar, ahora en forma urgente, una campaña de forestación a lo largo del camino que lleva a los diques y en las inmediaciones de los lagos. La tarea no es sencilla ya que hay sectores muy pedregosos en los que hay que considerar remover el suelo, elegir apropiadamente la especie de árboles más adecuados e implementar un sistema de riego que garantice la humedad necesaria para que la planta prospere en un ámbito que es bastante duro.

Las ventajas que se obtendrán es que a lo largo del camino y cerca del lugar de destino se podrá contar con pequeños oasis donde la gente podrá parar para protegerse del sol o para realizar determinadas actividades como almorzar o tomar mates antes o después de disfrutar del agua en la zona para bañarse.

Esta forestación también debe incluir la recuperación o reacondicionamiento de los campings que están camino a los diques como el del Dique Lateral, que está a un costado de Villa Tacú, o el del Cerro Blanco, que se encuentra en un estado lamentable, especialmente respecto a las condiciones en que está la añosa arboleda que poseen.

Como ya lo hemos mencionado la empresa no es sencilla y si se hubiese encarado apenas los dique estuvieron terminados ya se podría contar con una arboleda de regular tamaño que ayudaría a configurar de otra manera el paisaje. 

Hay un ejemplo del esfuerzo que se está haciendo para forestar dos complejos ubicados sobre la margen sur del río San Juan, en la zona cercana a las compuertas y al paredón del Dique de Ullum. Sus concesionarios han acondicionados varios metros de playas y han forestado el predio con ejemplares que a pesar del poco tiempo en que han sido plantados ya están proporcionando sombra, lo que hace que el lugar se vaya tornando cada vez más agradable. Se trata de terrenos similares por lo que si esa misma modalidad se emplea cerca de Punta Negra, lo más probable es que se obtengan los mismos resultados.

Se trata de una forma de ir adecuando el paisaje a las necesidades de la gente como alguna vez ocurrió cuando se planeó la parquización y forestación de la Avenida de Circunvalación, que ahora se ha convertido en un pulmón verde en beneficio de amplios sectores densamente poblados del Gran San Juan.