El incumplimiento total o parcial de los acuerdos políticos internacionales para alcanzar objetivos para el bien común es bastante conocido, pero la humanidad confiaba en un consenso climático internacional para frenar el calentamiento global, porque ningún lugar de la tierra está fuera de las consecuencias catastróficas que ya se están manifestando. Sin embargo los intereses económicos y los liderazgos circunstanciales se han impuesto en esta encrucijada histórica.


A cinco años de la Cumbre del Clima la tierra está perdiendo los bosques naturales drásticamente a pesar de que 32 naciones se comprometieron a reducir la mitad la deforestación para 2020. La tasa de depredación se ha aumentado en forma alarmante en Brasil, Bolivia, Colombia y Perú, según los investigadores, y antes de que se produjeran los incendios en el Amazonas la mayor reserva verde del mundo.


Para tener una idea de la magnitud de este daño prácticamente irreparable, la tala indiscriminada del bosque amazónico aumentó en agosto último un 222% con respecto a igual mes del año pasado, asegura un estudio científico del Instituto World Resources, cuyo informe definitivo se expondrá el 23 del corriente en una nueva cita de la Cumbre del Clima convocada por las Naciones Unidas.


Cabe recordar que el 23 de septiembre de 2014 concluyó en Nueva York la cita donde se planteó el desequilibrio ambiental que desencadenó el calentamiento global y los 32 países presentes y decenas de empresas multinacionales acordaron iniciar trabajos para reducir a la mitad la pérdida de bosques en 2020 y detenerla totalmente en 2030. Además, se previó recuperar más de 350 millones de hectáreas de tierras degradadas en todo el mundo.


Cinco años después de esa promesa histórica el balance de la depredación arroja cifras crecientes y el diagnóstico de la devastación es alarmante, según sostiene este informe que se conocerá la próxima semana y que fue coordinado por la ONG Climate Focus, una coalición integrada por 25 organizaciones ambientalistas de la comunidad internacional encargadas de hacer un seguimiento de las obras que debían realizarse.


Las metas de restauración se cumplieron en un 20% y se destacan los esfuerzos de El Salvador, Etiopía, y México en la plantación masiva de árboles. Pero los bosques primarios son insustituibles porque funcionan como esponjas que absorben en el carbono, además de albergar la mayor biodiversidad del planeta.