No sólo en la Parque de Mayo de nuestra ciudad Capital se puede ver a cientos de personas de todas las edades realizando actividades físicas como caminar, andar en bicicleta, trotar o hacer gimnasia en los espacios verdes o las islas de juegos para adultos que han sido colocadas en distintos puntos estratégicos. Una imagen similar se puede ver en otros parques, plazas o espacios verdes del Gran San Juan, como también en las calles que son elegidas por sus características como vías más apropiadas para recorrerlas con cierta seguridad.


A pesar de que este hábito sigue creciendo y cada vez es más común ver grupos de amigos caminando o en sus bicicletas por la vía pública, son pocas las calles en las que se puede realizar esta actividad con cierta garantía de que no se producirá ningún accidente.


A pesar de que en un momento se habló mucho de la necesidad de dotar a las principales calles con bicisendas, no sólo pensando en la práctica deportiva, sino también en la gente que trabaja y que utiliza la bicicleta como medio de transporte, la realidad nos muestra que son pocas las arterias en todo el Gran San Juan que cuentan con esa área a un costado de las calles, debidamente pavimentada, demarcada y señalizada. En la ciudad Capital, las calles con bicisendas con contadas y se limitan a los tramos de calle Las Heras desde Avenida Córdoba hasta la calle 25 de Mayo, y esta última arteria desde Las Heras hasta la calle Paula Albarracín de Sarmiento. 


Los proyectos de hacer bicisendas en las avenidas que vinculan la ciudad Capital con los departamentos aledaños, propiciados por los propios jefes comunales, se quedaron en el tiempo y nunca se concretaron. Rivadavia tiene la exclusividad de contar con bicisendas a lo largo de lo que denominamos el Circuito del Sol, que conduce a la zona de Marquesado y luego a los diques.


Otra zona que se distingue por haber avanzado con las vías para peatones y ciclistas, es la comuna de San Martín, donde se propuso realizar bicisendas en varios sectores del departamento. El conector Rawson, la vía rápida sobre los ex terrenos del ferrocarril que une este departamento con Capital, es otra de las arterias que cuentan con bicisenda.


El otro punto a destacar es la senda del peregrino, que a manera de bicisenda recorre casi 40 kilómetros a un costado de la Ruta 141, que conduce al paraje Vallecito, donde está la gruta de la Difunta Correa.


Están haciendo falta bicisendas en las calles y avenidas que comunican la Capital con los departamentos del Gran San Juan, sin excepción. Ver a los ciclistas o a las personas que les gusta correr o caminar, hacerlo entre los vehículos, es un riesgo que no se puede admitir. Además de que está demostrando que es poco lo que se está haciendo para promover un uso más intenso de la bicicleta como ocurre en otros países.