Se ha llegado a determinar que más del 40% de las especies de abejas que existen en el mundo son vulnerables a la extinción, dato que no ha sido obviado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) al alertar que "las abejas corren el peligro de extinguirse".
Hay que considerar que además del oxígeno y el agua, los seres humanos también dependen de la existencia de las abejas para vivir. Estos insectos que apenas alcanzan a medir 6 centímetros, aportan alimentos como la miel, la jalea real, el polen y la cera. Pero además brindan muchos más beneficios a la humanidad que en ocasiones no son muy valorados a pesar de que se sabe que son básicos para el sostenimiento de la vida en la Tierra.
Es un hecho por todos conocido que las abejas y otros polinizadores atraviesan un momento crítico: sufren la intoxicación con productos químicos, la destrucción de su hábitat, las sequías, la crisis climática, la contaminación y muchos problemas más.
La importancia de la existencia de las abejas consiste en que son las que llevan el polen entre flores de miles de plantas silvestres y la mayoría de los cultivos comerciales. Por eso se dice que contribuyen a asegurar la biodiversidad y la producción de alimentos.
En San Juan el panorama vinculado a las abejas es preocupante ya que se observa un déficit en las plantas con flores. Las colmenas colocadas en la zona rural de nuestra provincia no cuentan con fuentes abundantes de flores para lograr la polinización que estos insectos realizan en beneficio de otras plantaciones.
En todo el mundo se han iniciado campañas para evitar la extinción de las abejas, a tal punto que hay algunas organizaciones ambientalistas que han promovido ante el Parlamento Europeo una legislación que proteja a las abejas asegurándoles buenas condiciones de hábitat para su crecimiento y desarrollo.
Expertos de la FAO advirtieron que si la extinción de especies de abejas se produce de acuerdo a lo previsto, cultivos nutritivos como las frutas, los frutos secos y numerosas hortalizas serán sustituidos cada vez más por cultivos básicos como el arroz, el maíz y las papas, lo que podría desequilibrar la alimentación humana.
La deforestación es uno de los principales factores que han incidido negativamente en la conservación del hábitat en el que se desenvuelven y proliferan las abejas. A esto se suma lo de los agroquímicos, las prácticas agrícolas intensivas y otros aspectos perniciosos para estos insectos.
Las recomendaciones para ayudar a que el fenómeno de la extinción de las abejas no se ponga de manifiesto en grandes escalas, consiste en la necesidad de cultivar una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año. También se aconseja apadrinar una colmena y proteger las colonias de abejas silvestres y ayudar a mantener los ecosistemas forestales.
