Más allá de establecer cuáles son las fuerzas políticas o sectoriales interesadas en dialogar con el Gobierno sobre los temas más acuciantes del país, lo más interesante es que la mayoría de los sectores hayan aceptado formar parte de una mesa de discusiones de la que se espera surja un acuerdo nacional sobre los lineamientos a seguir en los próximos años en relación a temas fundamentales vinculados a la gobernabilidad de la Nación.


La mayoría de los analista de la realidad Argentina consideran que lo importante de este proceso no es considerar qué ventaja va a sacar cada sector de esta gran convocatoria, sino qué puede aportar cada uno para que el análisis o la lectura de la situación en que se encuentra el país sea lo más fidedigna y ayude a buscar los principios de solución para cada problema.


Desde el momento de la convocatoria la semana pasada, el Gobierno ha sumado adhesiones quedando muy pocos sectores sin haberse expresado definitivamente sobre su participación. Pero como hemos mencionado, lo importante no es si tal o cual sector participa, sino que el llamado se hizo y ha logrado instalar la idea de que es necesario una gran concertación nacional para tratar de encaminar los rumbos de la Nación por el camino más apropiado.


Es necesario también que esta corriente de concientización referida a que "al país lo salvamos entre todos o no lo salva nadie", se derrame hacia todos los estratos de la sociedad haciéndola partícipe de un proceso que recién está comenzando, para que los argentinos finalmente alcancen la concordia que tanto se necesita.


En torno al proceso electoral en el que ya estamos inmersos, los habitantes de este país necesitamos unirnos más que nunca, para que nuestras decisiones sean respetadas y tenidas en cuenta más allá de que gane un sector u otro. Y a esto lo conseguiremos en un marco de tolerancia y diálogo que evite que sigamos eternamente divididos.


Como ya hemos mencionado, el país está en una etapa crucial en la que se necesita el aporte de todos sus habitantes para salir adelante, desde el más simple trabajador hasta el más encumbrado dirigente. Todos debemos contribuir con el fortalecimiento de las bases de la Nación y eso se consigue trabajando arduo, pero también alcanzando acuerdos y consensos en cada uno de los temas que más preocupan.


El mecanismo ya está activado, ahora habrá que ver cómo se comportan los distintos engranajes en su capacidad de acordar las acciones para que el país se reacomode y pueda seguir transitando por el camino que ofrece la democracia, que es la única que garantiza que las instituciones cumplan con las tareas asignadas convenientemente.