El General José Francisco de San Martín está considerado como uno de los máximos próceres, por no decir el más importante, de nuestro país y Latinoamérica, al haber participado de los procesos independentistas de Argentina, Chile y Perú. El 17 de agosto de cada año se recuerda su paso a la inmortalidad, ocurrido en 1850, con una serie de actos en los que se pone de relieve su grandeza como uno de los más grandes estrategas militares de América. En homenaje a tan importante figura de nuestra historia, esta fecha da lugar a un feriado nacional que en la mayoría de las oportunidades no coincide con la fecha puntual, como ha ocurrido en esta ocasión. Esto es así porque la Ley 24445, que establece los feriados nacionales determina que el Día de la muerte del General San Martín, es un feriado trasladable. La norma, promulgada el 11 de enero de 1995 determina en su artículo 4º, que el feriado se cumplirá el día que corresponda el tercer lunes del mes. Sucede que la Ley correspondiente establece que los feriados nacionales que caen martes o miércoles se pasan para el lunes previo, y los que lo hacen los jueves o viernes, son trasladados al lunes siguiente.
La ley de los feriados nacionales fue sancionada con el objeto de promover el turismo interno, mediante fines de semanas largos que posibilitan el traslado de personas a los principales centros turísticos del país. Hay feriados trasladables y no trasladables y son los primeros los que generan mayor polémica al desnaturalizarse el sentido de la recordación. Hay mucha gente que con el traslado del feriado pierde la noción de lo que se está recordando o celebrando, como se ha podido apreciar en los últimos años.
Una situación parecida a lo sucede con la recordación de la muerte de San Martín, se presentó el año pasado con el aniversario de la muerte del General Manuel Belgrano, creador de la Bandera Nacional. El feriado nacional correspondiente también era trasladable. En reclamo de esta situación surgió el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que lo convirtió en un feriado inamovible, por lo que desde ese momento se cumple el mismo 20 de junio.
En el caso de San Martín, el lunes 20 del corriente será un día no-laborable en todo el ámbito nacional. Es decir un feriado con fines solamente turístico que en nada contribuye con la situación económica que vive el país, ni con el justo homenaje que tendría que haber tenido San Martín en el día del aniversario de su muerte.