Hong Kong y la esperanza de recobrar sus derechos
El triunfo de la oposición democrática en las elecciones municipales del domingo, constituyen una muestra del apoyo a los partidos que están en contra del autoritarismo chino.
El triunfo de la oposición democrática en las elecciones municipales del domingo, constituyen una muestra del apoyo a los partidos que están en contra del autoritarismo chino.
La situación de Hong Kong, la antigua colonia británica traspasada a la soberanía china en 1997 con un status de independencia política, económica y jurídica que no existe en el territorio continental, cambió de la noche al día tras las elecciones municipales realizadas el domingo. La aplastante victoria de la oposición democrática ha hecho que este distrito haga frente favorablemente a su mayor crisis política desde su traspaso, la que lleva más de cinco meses de desbordes callejeros, con un saldo de muertos, heridos y daños cuantiosos, y que había conseguido paralizar la actividad comercial de este gran centro financiero asiático.
Con una participación récord del 71,2 %, en un domingo atípico, después de tanta convulsión en los últimos meses, una cifra cercana a tres de los cuatro millones de electores registrados en el censo concurrieron a votar y si bien todavía no se cuenta con los datos finales ya se sabía que la oposición democrática arrasaba en el escrutinio a los partidos oficialistas. De los 452 escaños en juego en los 18 consejos de distrito de Hong Kong, llevaba 388 por sólo 58 de los pro-gubernamentales, que sufrieron una contundente derrota.
Como ocurren en las protestas antigubernamentales en cualquier lugar del mundo, en Hong Kong comenzaron por cuestiones fáciles de resolver si las partes se ponían de acuerdo, pero el clima contrariamente se fue enrareciendo hasta aparecer reclamos que se fueron endureciendo en igual medida que los excesos represivos denunciados por Amnistía Internacional. Los estudiantes enmascarados, cercados por la policía en las principales universidades del territorio estuvieron resistiendo el bloqueo, mientras surgían imponderables cada vez más complejos.
Hasta antes de las elecciones la situación se había puesto candente porque las autoridades de Pekín habían entrado de lleno en el marco político y judicial de la excolonia británica con un duro mensaje al sistema judicial hongkoleño a través de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el poder legislativo de China. De esta manera el oficialismo chino había desautorizado a los tribunales de Hong Kong, ingresando a un sistema que hasta esta semana parecía tener absoluta independencia.
No se conoce qué va a pasar con las pretensiones chinas después de esta aplastante victoria de las fuerzas democráticas, pero todo indica que el panorama ha cambiado y que ahora Hong Kong puede aspirar a evitar el intervencionismo y consolidar sus libertades.