Entre las cosas más absurdas e insólitas que suelen suceder en nuestro país, la amenaza de realizar un paro general de actividades, en defensa del dirigente del sindicato de los camioneros y del Club Independiente de Avellaneda, Pablo Moyano -hijo del polémico sindicalista Hugo Moyano- está entre las más notorias de estos últimos tiempos. Se trata de una medida extorsiva con la que se pretende desalentar una investigación iniciada por la Justicia a la que, curiosamente, se han sumado los gremios agrupados en la CGT, que han hecho causa común en un asunto que no está vinculado directamente con la actividad sindical, sino que se centra en irregularidades detectadas en ámbitos de la actividad deportiva, precisamente el fútbol.

Se considera a Pablo Moyano sospechoso de integrar una asociación ilícita junto a la primera línea de la barra brava del Club Independiente, que se dedicaba a defraudar al club en varios millones a través de la venta ilegal de entradas y el uso de socios truchos, operaciones por las que el club no percibía ingresos.

La denuncia tampoco es nueva como tampoco lo es el proceso de investigación que, después de varios meses, derivó en el pedido de detención por parte del fiscal Sebastián Scalera.

El apoyo de la CGT a los Moyano se da en unas circunstancias impensadas ya que desde hace tiempo tanto Hugo como Pablo mantienen una posición crítica con relación a la conducción de la central obrera. Evidentemente, la posibilidad cierta de que Pablo Moyano pueda ser detenido en cualquier momento hizo que la CGT resolviera apoyar al sindicalista a través de un documento en la que denuncia que "hay una persecución” hacia la familia Moyano basada en causas judiciales infundadas y de trámite exprés.

El caso del Club Independiente no es el único que afrontan los Moyano. Entre otros expedientes judiciales, en Córdoba se los investiga por lavado de dinero por la compra de terrenos en la localidad de La Falda. También se los investiga por desvío de dinero de la obra social del gremio de los camioneros hacia empresas propias. Las investigaciones también comprenden los negocios del sindicato con la empresa de correo Oca, por lo que hablar de persecución es desconocer el accionar de la Justicia que, en la medida que pasa el tiempo, va sumando denuncias que surgen desde distintos sectores todo el tiempo.

Habrá que esperar el regreso de Pablo Moyano mañana jueves desde Singapur, donde participa de un encuentro sindical internacional, para conocer las derivaciones que tendrá el pedido de prisión y si los gremios de la CGT finalmente apoyarán esta infundada e injustificada medida de fuerza con la que se amenaza.