Después de un tiempo de que el proyecto de colocar medidores domiciliarios para controlar el consumo de agua potable en la ciudad de San Juan y alrededores estuvo suspendido, al considerarse que no era oportuno, OSSE (Obras Sanitarias Sociedad del Estado) ha retomado la idea de implementar el sistema con la sola excusa de promover un ahorro efectivo del agua que se destina al consumo humano, en momentos en que los pronósticos de caudales por escurrimiento de nieve en la alta cordillera no son muy favorables. Lo que no tiene en cuenta esta empresa de servicios es que para llevar adelante este proyecto necesita casi 35 millones de dólares, poco más de 2.700 millones de pesos, una suma que está muy lejos de disponer y que, lógicamente, debería ser aportada por el Gobierno provincial en un momento financiero bastante delicado, a consecuencia de los efectos que tiene en la economía la pandemia del Covid-19.


La posibilidad de instalar 194.000 medidores, número correspondiente al padrón de usuarios que tiene actualmente OSSE en Capital y alrededores, surgió después de hacerse público un informe de un comité de expertos que aseguran que la crisis hídrica de la provincia cada vez se está agravando más. Ante este pronóstico, y ante la necesidad de implementar alguna solución de fondo a la escasez hídrica, OSSE no tuvo otra iniciativa que reflotar el proyecto de los medidores sin buscar otras alternativas menos traumáticas para los usuarios. Persuadir a los vecinos para que consuman menos es una tarea que puede estar complementada dentro de una buena campaña de concientización, complementada con otras medidas educativas que apunten a enseñar cómo hacer para no gastar agua en exceso en determinadas actividades.


Pensar en una inversión millonaria para colocar los medidores, es obligar al Estado provincial a distraer fondos que no dispone o, de lo contrario, a solicitar créditos o préstamos que pueden llegar a comprometer seriamente las finanzas del gobierno. Además, si los medidores no garantizan una mayor recaudación -lo que en principio no debería ocurrir ya que el objetivo principal de su instalación es alentar un menor consumo de agua haciendo que el costo de la boleta disminuya- será muy difícil amortizar el costo de la compra. En la práctica se estarían comprando medidores con dinero de los contribuyentes que nunca se lograría recuperar para reinvertir en obras de agua potable que se requieren en otros tantos puntos de la provincia.


OSSE tendría que enfocar su accionar en mejorar el sistema de distribución de agua, construir más cloacas y llegar con el servicio que presta a más pobladores, antes que pensar la forma de controlar cuánta agua consume cada sanjuanino, midiéndosela y cobrándosela con un claro concepto recaudatorio.