La Organización Mundial de la Salud (OMS) siempre se caracterizó como un organismo que transmite a las naciones miembros los adelantos científicos para mejorar la calidad de vida de la población en base a pruebas de laboratorio y consejos sobre epidemiología y resultados de investigaciones de prevención. Pero ahora, y por primera vez, ha emitido consejos sobre la actividad física para menores de cinco años que incluyen sugerencias acerca de la cantidad de sueño en esta primera etapa de la vida.


En una primera instancia la OMS establece una guía para las áreas gubernamentales de salud, educación y bienestar social y sobre esas pautas llamar la atención a los padres con chicos de hasta 5 años, a fin de contar con una guía para las 24 horas del día. En ese sentido señala que reemplazar los tiempos ociosos en sillas, cochecitos, mochilas y otro tipo de dispositivos, que limitan el movimiento del niño, es fundamental.


El estudio destaca la importancia de que los chicos tengan una buena calidad de sueño, entre 11 y 14 horas diarias, incluyendo siestas. Este descanso, junto a la actividad física a edades tempranas está asociada a un mejor desarrollo cognitivo, motor, psicosocial y cardíaco. Además deben tener interacciones con los adultos que no estén basadas en pantallas, por ejemplo leer, escuchar historias, cantar y armar acertijos.


En su llamado de atención, el ente de las Naciones Unidas se refiera a las pantallas de televisores, celulares y tablets, que las rechaza de plano como medios para entretener al pequeño. Esta forma de pasatiempo debe ser nula hasta los 4 años y a partir de allí muy limitadas y mejor si los niños se alejan de las pantallas en absoluto. Seria advertencia para ciertos padres modernos que inmovilizan a sus hijos frente a un entretenimiento electrónico.


La gran preocupación de la OMS es el sedentarismo que condena a las futuras generaciones, por lo que insiste en que la actividad física recomendada para menores de entre 5 y 17 años es de al menos una hora diaria. Este ejercicio debe ser de moderado a vigoroso para mejorar el sistema cardiorrespiratorio y muscular, lo que implica, además, mejorar la salud de los huesos, el corazón, el metabolismo y reducir la ansiedad y la depresión.


Para los especialistas, los consejos de la OMS pueden parecer simplistas y más asociados al sentido común, pero no cabe duda que estas instrucciones llenan un vacío en el esfuerzo global por promover una vida sana frente a la amenaza creciente del sobrepeso y la obesidad en el mundo.