Las expectativas de vida crecen en todo el mundo, en algunos países o regiones más que otras de acuerdo a los cuidados de la salud, pero lo importante es vivir más en mejores condiciones y es el desvelo de los investigadores para reducir los riesgos de dolencias evitables que impidan al individuo gozar de una vejez en plenitud. La obesidad ya es un mal global y crece en nuestro país con cifras sin precedentes, asociada al sedentarismo, punto de partida del deterioro de la salud que puede ser irreversible.


Dentro de este cuadro, ahora preocupa el deterioro cognitivo, también conocido como demencia incipiente o deterioro cognitivo aislado, casos que pueden estar anunciando una sintomatología previa a la demencia, o dicho de otra manera, puede ser señal temprana de la enfermedad de Alzheimer. El límite entre el envejecimiento normal y la demencia es una preocupación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que lleva más de dos años de trabajo y evaluación de datos por parte de expertos de todo el mundo.


El estudio de la agencia sanitaria de las Naciones Unidas contiene recomendaciones que enviará a todos los países miembros, de manera que instruyan a los profesionales de la salud y al público en general con respecto a la forma de reducir la probabilidad de presentar deterioro cognitivo. Las pautas son extensas y, de acuerdo a lo adelantado, aportan docenas de recomendaciones para modificar el estilo de vida con actividad física, una dieta equilibrada, mantener el cerebro activo, dejar de fumar, y un consumo de alcohol moderado, entre otras.


La OMS remarca la necesidad de que la gente se mantenga activa intelectualmente, de la misma forma que realice un ejercicio físico moderado todos los días y con una buena alimentación. El corazón y el cerebro serán los beneficiarios directos de una sana nutrición y esto se logra personalmente con fuerza de voluntad.


Debe recordarse que algunos olvidos pueden ser normal en el envejecimiento, como perder objetos frecuentemente, olvidarse de fechas y citas puntuales, o no encontrar las palabras adecuadas en un diálogo, en definitiva más problemas de memoria que otras personas de una misma edad. Son señales de advertencia para recurrir a un especialista para un diagnóstico oportuno. No obstante, como en toda atención a tiempo, quien presente deterioro cognitivo puede cuidarse a sí mismo y desarrollar normalmente sus actividades.