Cuando todo hacía suponer que el efecto pospandémico ya había sido superado por las distintas franjas etarias que conforman nuestra sociedad, los adolescentes, especialmente los que asisten a instituciones escolares, están dando señales de que tienen muchos problemas por resolver, a través de la exteriorización de comportamientos que no están acorde a su condición y que los llevan a ejercer conductas que no contribuyen a su desarrollo personal. 

En la opinión profesional de psicólogos, sociólogos y psiquiatras, para superar estas crisis, que cada vez son más comunes entre los adolescentes, los progenitores o personas mayores encargadas de su cuidado deben proporcionar apoyo emocional para que sean capaces de resolver conflictos con otras personas, entender sus propios problemas y emociones, así como generar nuevas respuestas ante sus conflictos internos. Para hacer posible este apoyo, los padres necesitan capacitarse y conocer la manera correcta de actuar y para ello nada mejor que asistir a alguna de las charlas y conferencias que por estos días están siendo dictadas, presencialmente o virtualmente, por varias decenas de instituciones y organizaciones civiles, interesadas en llevar una luz de solución a una situación que es preocupante por la forma en que se ha agravado en los últimos meses.

La crónica diaria da cuenta de los problemas que origina el comportamiento de algunos adolescentes en distintos ámbitos de la sociedad, principalmente en las escuelas, pero no avanza en las causas o los verdaderos motivos que genera ese comportamiento. Es deber de los padres interesarse en dilucidar los orígenes del problema y tratar de buscar una solución que genere un cambio de actitud. 

La adolescencia es una etapa fundamental en el desarrollo psicológico de una persona, pues es el periodo en el que se forja su personalidad, se consolida su conciencia del yo, adquirida en la primera infancia, se afianza su identidad sexual y se conforma su sistema de valores. Como tal hay que cuidarla en todos los aspectos cumpliendo, los padres, con algunas tareas como escuchar activamente al adolescente; validar cada comentario que haga; acompañar y empatizar sin ningún tipo de juzgamiento y comunicar lo que más se pueda para actuar en conjunto. También a los docentes o responsables de actividades post escolares que realizan los chicos, les corresponde detectar conductas que puedan llevar a comportamientos inapropiados y comunicarlo a las autoridades escolares o a los padres. 

Establecimientos educativos tanto del sector estatal como de gestión privada; parroquias departamentales; organismos del sector estatal y algunas entidades como uniones vecinales, están promoviendo por estos días charlas a las que todos los padres y docentes deberían concurrir, ya que es la única manera de acercarse al problema que, como todos conocen, es difícil abordarlo y mucho más encontrar una solución efectiva.